Luego de guardar silencio durante las primeras horas después crimen, testigos presenciales declararon a las autoridades sobre el asesinato aparentemente accidental de un adolescente, de 13 años de edad, cometido en Quíbor, municipio Jiménez del estado Lara, en horas de la noche del jueves.
Así lo confirmó a EL IMPULSO, la madre del hoy occiso, Vanesa Alvarado, quien indicó que el tío de la víctima fatal, conocido como Otico y quien accionó el arma homicida, se entregó al Cicpc. Sin embargo, no sabe si sigue detenido.
“Mi hijo se fue para allá porque un primo lo invitó. Él no acudía a esa casa, no sé por qué el jueves lo hizo”, explicó.
Tal y como informó este rotativo en ediciones anteriores, estaban jugando barajas unas cinco personas cuando entró en escena Otico –Otoniel Mujica- y le dijo al adolescente: “Pajarito mira lo que te tengo”.
En seguida sacó un arma de fuego –presuntamente revólver- y apuntó al muchacho, supuestamente en son bromista. Después de sacar algunas balas del arma, jaló tres veces del gatillo -aparentemente sin percatarse que estaba cargada- y en el último accionar, salió el proyectil mortal.
“Me lo sacaron como un perro para afuera y no me le prestaron auxilio. La única que lo ayudó fue la esposa de Otico e incluso la maltrataron por intentar ayudarlo”, relató entre lágrimas Alvarado.
El adolescente era el mayor de cuatro hermanos y había estudiado hasta sexto grado. Trabaja ocasionalmente con su padre sembrando y cosechando cebollas.
Temen que Otico recobre su libertad
“Otico había tenido problemas con las autoridades porque robó una moto con unos amigos y después tuvo que pagarle a los ‘ptj’ para salir en libertad, mientras que quedó detenido un muchacho inocente”, declaró Alvarado porque teme que Otico vuelva impunemente a la libertad tras desembolsar una cuantiosa cantidad de dinero.
Dijo que el presunto homicida es hombre de dinero y poseedor de galpones, por lo que es económicamente capaz de evadir su responsabilidad ante la justicia venezolana.
“Yo quiero que pague, él me mató a mi hijo y tiene que hacer. Es posible que vuelva a cuadrar con los ‘ptj’ porque tienen plata”, denunció.
La madre del joven aclaró que a su hijo le decían Pajarito y no tenía conexiones con el mundo criminal.
Cabe recordar que el crimen se suscitó en el barrio Primero de Mayo, específicamente en la calle 25 entre 9A y 9B.
La Fiscalía 16 del Ministerio Público en la región es la encargada de las investigaciones del caso.