Familiares, allegados y conocidos de Nelson Daniel Arévalo Avendaño, joven asesinado durante una protesta antigubernamental en la avenida Hemann Garmendia de Barquisimeto, se acercaron al lugar en el que cayó el denominado guerrero, la mañana de este sábado, para rendirle homenaje, exigir justicia y mantener vivo su recuerdo después de tres meses del crimen.
En el emotivo encuentro corrieron lágrimas por el dolor aún latente que produjo la partida anticipada de Dóminic; aunque, al mismo tiempo, se dibujaron sonrisas en los rostros de los presentes que lograron escuchar alguna anécdota sobre el bondadoso corazón que tenía el joven asesinado a sus 22 años de edad, el pasado 16 de junio de 2017.
“Ninguno se ha adaptado, se nos hace muy difícil vivir sin él. Con esa bala no solamente rompieron sus sueños, también rompieron los nuestros. Me daba miedo pasar por esto, sabía que él estaba en la lucha y conversaba mucho con él, pero jamás pensé que podíamos llegar al sitio en el que estábamos ahora”, dijo a EL IMPULSO la madre de Nelson Daniel, Damary Avendaño, durante su primer encuentro con los medios de comunicación después del suceso.
Vestía una franela blanca con el rostro de Dóminic estampado y tenía sus ojos enrojecidos. Así aseguró que al menor de sus cuatro hijos le dispararon y “no se quemó, como lo dijo el ministro Néstor Reverol”.
“A él no le importaba arriesgarse por los demás y quizás por eso se expuso tanto (…) Nosotros lo vimos y lo velamos con su urna abierta para que todos vieran lo que le había pasado”, manifestó intentando contener el llanto.
Confesó que fue contactada por la Comisión de la Verdad, a cuyos representantes dejó claro que no quiere más que justicia.
“La mano de Dios es larga y de ella nadie se salva (…) Creeré en la Comisión de la Verdad después de que vea los resultados de las investigaciones, no sólo de la muerte de mi hijo, sino de todos los asesinados en manifestaciones”, recalcó con firmeza.
“Dios me dio la oportunidad de tenerlo nueve meses en el vientre y de compartir con él 22 años y dos meses. Lo único que me queda es darle las gracias por habérmelo prestado ese tiempo y pedirle para que su muerte no haya sido en vano”, culminó.
Por su parte, la hermana de Nelson Daniel, Yexary Arévalo, explicó que la pérdida del joven ha sido lo peor que ha podido pasarle a la familia; sin embargo, luchan para que sea recordado como el joven valiente y caritativo que era.
“Queremos que no se olvide el nombre de Nelson Arévalo y exigimos que se haga justicia tanto para él como con los demás caídos en las protestas (…) Como todos los muchachos tenía sueños por cumplir, sueños que lamentablemente le arrebataron”, declaró, de manera pausada para contener las lágrimas.
Aseveró que no le han dado información alguna del caso que lleva la Fiscalía Sexta del Ministerio Público. Sabe que es un proceso que lleva tiempo.
“Uno no se acostumbra pero hemos tratado de aprender a sobrellevarlo. El tiempo nos enseñará a vivir con la pérdida (…) La hipótesis que manejamos es que le dispararon desde el Saime”, afirmó.
Asimismo, recalcó que no dejará de visitar el lugar en el que mataron al muchacho al que le cambiaba los pañales de pequeño.