El Deportivo Lara, que buscaba desquite, recibió un segundo golpe consecutivo del Carabobo FC, una especie de verdugo, tras desdibujarse en defensa y caer por goleada 0-3, con lo que vio vulnerado su invicto, sin olvidar que perdió su cadena de triunfos, y puso en riesgo su condición de líder en el torneo Clausura, al jugarse la primera tanda de partidos de la décima jornada.
El colombiano Tommy Tobar, uno de los principales artilleros del campeonato, abrió la cuenta para los carabobeños poco antes del descanso (minuto 43), mientras que Cristian Novoa, su sustituto en la etapa de complemento, firmó las otras dos dianas del club al 68 y al 77, este último de penal, para completar la barrida cabrialense en suelo crepuscular, toda vez que antes –el miércoles- había sacado al rojinegro de la Copa Venezuela, después de dominarlo en la definición desde el punto penal.
La oncena dirigida por Leo González y Pedro Vera continúa en el liderato de la clasificación con 21 puntos, ahora con Carabobo como escolta (20 contables), pero puede perder su condición de puntero si Mineros de Guayana (19) amarra el triunfo en su duelo de esta tarde frente al Zulia FC.
La falta de tino que días atrás le pasó factura al conjunto larense en el encuentro copero también le perjudicó en el compromiso de ayer, solo que en este caso tampoco acompañó la buena tarea en defensa y terminó por ser presa fácil de un club que le tiene tomada la medida.
Cayó en un bache ofensivo en club de casa, no solo en la definición sino que también en la zona de gestación, porque no fabrica tantas ocasiones como quisiera, situación que le impide resolver los careos. En el cotejo de la tarde sabatina tuvo unos asomos durante la primera media hora por intermedio de Freddy Vargas, José Caraballo y José Miguel Reyes, pero no pasaron de ser solo avisos y el rival, cómodo en su propuesta de esperar, desactivar al local y luego contragolpear, pegó primero al 43, con un tanto de Tobar cuando Carlos Salazar trataba de achicarle los espacios.
El gol dejó debajo en el marcador a los larenses y, además, les supuso un golpe psicológico, porque perdieron la brújula en cancha y recibieron luego otra parte de tantos, obra de un Novoa que emergió desde la suplencia para ser la figura del encuentro.
Novoa se aprovechó de una zaga rojinegra que estaba aturdida, sin el orden y la concentración que suele exhibir, para poner el 2-0 al 68, por la vía del contragolpe, mientras que más adelante, al 77, pudo la estocada con una diana desde los 12 pasos, tras una mano dentro del área del defensor Giácomo Di Giorgi.
Tarde para el olvido en Cabudare. La defensa que en nueve presentaciones había recibido dos goles, en un solo día permitió tres.
