La oposición venezolana escogió a Paraguay como su tercer garante en un diálogo exploratorio con el gobierno, reveló este sábado el diputado Luis Florido, delegado para esos contactos.
«Definimos que nuestro tercer país será Paraguay por sus posiciones para el cambio político y la democracia en Venezuela», señaló Florido en una rueda de prensa.
La coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) -que congrega a una treintena de partidos- ya había seleccionado a México y Chile como acompañantes.
El gobierno, por su parte, convocó a sus aliados Nicaragua y Bolivia. «Falta que seleccione su tercer país, esperamos por ellos», dijo Florido, al recordar que la próxima cita será el 27 de septiembre en República Dominicana.
El presidente paraguayo, Horacio Cartes, es un duro crítico del gobierno de Nicolás Maduro, que lo acusa de formar parte de una alianza con Argentina y Brasil para desestabilizarlo.
El pasado martes, el mandatario dominicano, Danilo Medina, y el exjefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero invitaron al gobierno de Maduro y la MUD a explorar una posible negociación que ponga fin a la grave crisis política.
En el marco de esos acercamientos, que son apoyados por el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, las partes dieron los primeros pasos para definir una agenda entre el miércoles y el jueves.
«No ha arrancado ningún diálogo. Estamos en un proceso de exploración por la desconfianza que hay con el gobierno que utiliza estos elementos como propaganda. Los encuentros son exploratorios», advirtió Florido.
El viernes, Maduro sostuvo que está próximo un acuerdo. «Hemos logrado instalar nuevamente una mesa de diálogo necesaria por la paz».
Las demandas de la oposición para negociar incluyen una garantía de que habrá elecciones presidenciales a fines de 2018, como ordena la ley, y la designación de nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado de servir al gobierno.
También exige la liberación de presos políticos -unos 600-, la restitución de funciones al Parlamento de mayoría opositora y la atención de la «emergencia humanitaria» por la escasez de medicinas y una inflación que según el FMI cerrará este año en 720%.
Por su parte, el jefe del Legislativo, Julio Borges, representante en las conversaciones, reiteró en la misma conferencia que los acuerdos deberán ser refrendados en las urnas.
La oposición ve con recelo el proceso tras dos intentos fallidos de diálogo en 2014 y 2016. «No hay un límite de tiempo para las conversaciones», dijo Borges.