El denominado Plan 50 no es una novedad dentro de la política económica del Gobierno de Nicolás Maduro, ya que sigue las mismas directrices erradas de su antecesor, Hugo Chávez, cuyas medidas sobre la fijación de precios ocasionaron escasez y especulación.
Al hacer tales consideraciones, el Dr. Gerardo Álvarez, economista y asesor independiente, recuerda que una de las decisiones de Chávez fue sobre los productos de limpieza y los resultados fueron adversos, ya que se registró inmediatamente una gran escasez y, por supuesto, el aumento escandaloso de los precios. En aquella ocasión fueron escogidos 20 artículos.
El Plan 50 está contenido en la agenda económica bolivarianas que fue elaborada por el Consejo Nacional de Economía Productiva y dada a conocer el 20 de enero de 2016. El objetivo, según dijo en esa ocasión Nicolás Maduro, era enfrentar la emergencia económica. Y señaló que se iban a concretar esfuerzos para producir y sostener 50 rubros, sin depender de un dólar ni de nadie.
Desde entonces hasta la fecha han pasado más de veinte meses. Y ahora nuevamente se vuelve a anunciar el Plan 50 con el cual, según el Dr. Álvarez, podría volver a ocurrir lo que pasó con los 20 productos de limpieza si el Gobierno sigue, como ha venido aplicando hasta ahora, controles a la economía, a la producción, sobre costos y precios.
Es de esperarse que vendrá un mercado especulativo, paralelo, donde los especuladores, como ya todos sabemos, se encargarán de quintuplar el precio de los productos regulados y éstos, en un cerrar de ojos, desaparecerán de los anaqueles.
La otra lectura que tenemos es que una empresa formalmente establecida que produzca ese tipo de bienes al incrementar sus costos como el aumento de sueldo y cestaticket, amén de la tasa de inflación que ya está bordeando el 400 por ciento, al haberse incrementado el valor de la materia prima, lamentablemete, debe trasladar el precio final del producto al consumidor.
Indudablemente, los precios de esos 50 productos van a venderse a altos precios porque no ha podido ser controlada la inflación. Probablemnte el Gobierno intenta a su manera de controlar los precios de aquellos articulos que han elevado su precio sustatantivo. Pero al controlar los precios podría originar un distorsionamientom ya que las empresas que no pueden producirlos a perdida, no los sacarían al mercado. Eso traerá mayor escasez y desabastecimiento. Y lo grave es que no puede controlar el comercio informal por la misma circunstancia.
