¿Por dónde comenzar ¿Por dónde comenzar para hablar de la ciudad? Da un inmenso gusto estar aquí, la que acoge al amigo y también al extraño, la del clima que se turna para darnos calor y también refrescarnos, la que tiene un grandísimo corazón devoto.
Esta es mi ciudad alegre, de calles pintorescas que guardan respeto por su historia y no dejan que se borre. Todos hablan bien de ella, los barquisimetanos y barquisimetidos, los que la aman desde que parecía sabana y los que la aman ahora, convertida en urbe.
Hoy esta esplendorosa ciudad arriba a su 465 cumpleaños. Los invitados a esta fiesta deben honrar su edad, que la ha llenado de experiencia, pero también tienen que protegerla como a una niña, que necesita atención, que quiere que la hagan reir, que nos quiere cerca. De seguro tu al igual que yo, cuando estamos lejos, solo piensas en volver.
Angélica Romero/ Fotos: Stiven Valecillos
Madera para ser capital cultural
La fotógrafa larense y gestora cultural, Marhú McCormick, tiene dos convicciones tan sólidas como el mármol respecto a la ciudad donde nació: Barquisimeto tiene material suficiente para resplandecer y, a pesar del torbellino, su único plan es quedarse para volver a unir las piezas, pues aunque su oficio carece de fronteras cree que en ningún lugar del mundo podría ser tan útil para el país y su ciudad.
Artísticamente, la capital larense, ratifica la exdirectora del Instituto Municipal de Cultura y Arte, es dueña de una indiscutible riqueza musical, pero recuerda que existen otros caminos abiertos: “Creo que tenemos todo el potencial para ser la capital cultural de Venezuela, porque no solamente es música, también es cine, teatro, fotografía, pintura, danza. Son muchos los talentos que hay en Barquisimeto o artistas que están triunfando en otras partes del mundo, pero son nacidos en Barquisimeto o se han formado aquí”.
A pesar de las circunstancias, insiste, queda un amplio campo para explorar. Quienes aquí habitan son pieza fundamental, porque según lo mira la presidenta de la Fundación Larense para las Artes “más allá de los espacios, del amor por la tierra, por los sabores, las tradiciones, más allá de todo eso que nos conecta, lo más hermoso que la ciudad tiene y su valor principal es la gente, esa misma gente que nos tiende una mano amiga, esa gente que aprende a ser aliado del otro y a reconfigurarse a pesar de las adversidades”.
Por eso, en lo que a ella respecta, afianza: “Quiero ser de los que estemos en el momento de ver cómo nos volvemos a reconstruir, no a volver a lo que éramos sino para renacer y ser algo mejor como país, como ciudad. Quiero estar aquí y ser parte de eso. Por eso no me voy, por eso sigo aquí creyendo que sí se puede”.
Marlyn Silva/ Foto: Edickson Durán
Perdomo cree en su estado
Es, Barquisimeto, cuna de grandes pensadores, escritores, músicos, médicos, y cocineros. Jacobo Perdomo es un cocinero especializado en repostería que por más de 13 años les ha ofrecido al público larense y sus visitantes el indudable sabor de sus postres tradicionales.
Por motivo al aniversario de Barquisimeto, Jacobo asegura amar a Venezuela y, por supuesto, su ciudad natal, que no la cambia por ninguna otra, destacando a las personas larenses por su hospitalidad. “Siempre pongo de ejemplo un 25 de diciembre, que vas de casa en casa y siempre hay un plato disponible para ti. Nunca falta una mano amiga que te ayude en el momento que más necesitas. Somos gente maravillosa”, opinó.
En cuanto a la comida, los platos de Perdomo se caracterizan por ser de muchos ingredientes, y como plato representativo de Barquisimeto, menciona que el plato emblemático del estado Lara es el lomo prensado preparado en Carora, que lleva más de 10 días la preparación de la carne.
“El lomo prensado es un plato que hay que ofrecerle a cualquier visitante”, destacó.Jacobo añora los años 70 y 80, los de su juventud, en donde Barquisimeto era una ciudad tranquila que se podía salir a cualquier hora sin muchas preocupaciones. Desea que esa tranquilidad sea devuelta a todos los venezolanos y especialmente a los barquisimetanos.
Julio Guerrero Z./ Foto: Ingrid Méndez
Los jóvenes tenemos fuerza
Barquisimeto es una ciudad que tiene clima, paisajes, pero también una gente con calor humano, valiente y que cada día salimos a luchar por salir adelante, por defender y hacer crecer a la familia, dice Jesús Suárez, estudiante de la UCLA.
Me quedo en Barquisimeto porque desde mi área que es la universidad creo que podemos seguir aportando a comunidades en donde muchas veces el gobierno no llega y que nosotros como jóvenes y estudiantes tenemos la responsabilidad de llevar un mensaje para que estas sepan que hay emprendimiento, que hay oportunidades y que tenemos que seguir haciendo crecer nuestra ciudad para ser referencia a nivel nacional.
Los jóvenes tenemos la fuerza y las ganas de salir adelante, tenemos que llenarnos de fortaleza y buscar lo que nos motive: nuestra familia, los amigos, todo aquello que nos haga estar feliz para dar lo mejor de nosotros. No hay imposible, todo lo que nos propongamos podemos hacerlo con muchas ganas y entusiasmo.Hay que continuar rescatando los valores, llevarle a la gente nuestra cultura y que se siga manteniendo el sentido de pertenencia hacia nuestra ciudad.
Es importante resaltar todo aquello que nos hace ser más humanos.Imagino una Barquisimeto colorida, que esté llena de lugares para el esparcimiento de los niños, de los jóvenes, espacios en donde los estudiantes puedan acudir y así invertir y creer en las universidades porque lo que mantiene a una ciudad es la educación.
María F. Peñalver/Foto: Edickson Durán
Una ciudad para amarla
La exrectora del Consejo Nacional Electoral (CNE) y dirigente política de Acción Democrática (AD), Sobella Mejías, describe a Barquisimeto como una ciudad para amarla, al mismo tiempo reconoce que se trata de una entidad innegablemente mancillada.
De igual manera, hace énfasis en la gentileza del barquisimetano. Expone que se conmemora el aniversario de Barquisimeto en un contexto ciertamente ensombrecido. “Nos hubiese gustado conmemorar los 465 años de Barquisimeto con las autoridades electas por el pueblo”. A su juicio se trata de una fecha que nos tiene que llamar a todos a la reflexión porque es justamente en Barquisimeto donde estamos ante un régimen que no respeta la manifestación de voluntad.
“La representación del pueblo no está presente en las autoridades que llegaron a la fuerza a la Alcaldía de Iribarren, arrebatando el municipio, violando el debido proceso y el derecho a la defensa de Alfredo Ramos, a quien se le criminaliza por disidente.Barquisimeto, dijo, es una tierra con una ubicación geográfica excepcional.
Barquisimeto es su gente y su cultura. Barquisimeto es la mujer paciente y trabajadora, es la música, son sus atardeceres, es su sociedad ejemplo. El barquisimetano tiene gentilicio, venera y ama a la Divina Pastora, ícono espiritual que reúne a millones de venezolanos cada 14 de enero sin importar su ideología.
Es una ciudad para amarla. Barquisimeto merece todo nuestro respeto porque lamentablemente está un poco mancillada, sin embargo, la vamos a recuperar para el disfrute de propios y turistas.
Lorena Quintanilla Muñoz/Foto: Stiven Valecillos
Tenemos mucho que hacer
“Me quedo aquí porque hay muchas cosas que hacer; tenemos que reconstruir un país, un país donde tenemos que enseñar la realidad de la vida, lo que nosotros que somos algo viejo, conocemos”.
Humberto Medina, médico traumatólogo graduado en EE.UU, con reválida en Venezuela, ahora omeópata, quien, a pesar de haber vivido la mayor parte de su vida en aquella nación, prefiere disfrutar el resto en su ciudad natal.Dice haber conocido colegas que se han ido y están trabajando como meseros y ganan más dinero que aquí.
Se han ido porque no han sido formados en el sentido de la vocación ni de la satisfacción consigo mismos.“No sólo yo estoy aquí; tengo muchos amigos con grandísimas oportunidades en el exterior, que no se van porque tenemos un compromiso con el país, con estas generaciones que han perdido 30 años en el mundo del NAO, el naoismo, el todo lo quiero ya, sin esfuerzo, donde mi valor está en cuanto gano, cuantas cosas tengo. Esa no fue mi educación sino la de servir”.Señala que se educó para servir, no para ganar dinero.
“Yo me descubro en la medida que trabajo con la gente, aprendo en la medida en que estoy relacionándome, porque a mí no me educaron para pensar que lo sé todo”.Opina que Venezuela tiene muchas riquezas, pero nos falta formación y por eso está mal. “Hubo un divorcio en el proceso educativo en Venezuela. Lo importante es la conciencia y es lo que me mantiene aquí; descubrí que podemos vivir con mínimas cosas”.
HJB/ Foto: Iván Piña
Reto de emprendedores
Sí hay personas que pueden desafiar las adversidades en Barquisimeto. La Dra. Amarylis D’ Onghia, presidenta de Fundapymi tiene el mejor ejemplo en Marianny Bracho de Rea y Johnny Rea. Esta pareja con mucho esfuerzo, trabajo y dedicación fabrica pasta de tomate, cuya calidad ha sido comprobada por una clientela que aumenta día a día.
Comenzaron en 2011 con pulpa de frutas al cien por ciento natural. “Cuidamos tu salud, nuestro producto no contiene sabor . ni color artificial”. Con este lema llamaron la atención. Y diversificaron los gustos con las fórmulas 3 en 1, 2 en 1 y en fin, dieron al mercado 13 sabores. Fue así como sacaron jugos envasados de fresa, durazno, guanábana, parchita, mora y otros. Después produjeron mermeladas de fresa, guayaba y durazno.
Y al escasear el azúcar, cuyo precio se encareció de manera impresionante, optaron por la salsa y la pasta de tomate. Este es el rubro que están produciendo en los momentos. Ante una crisis económica como la que estamos padeciendo todos, hay que buscar soluciones, dice Marianny Bracho de Rea.
Y su esposo, Johnny Rea, agrega: Barquisimeto es una ciudad extraordinaria. Única. Inigualable en Venezuela. Geográficamente, está situada en la zona más adecuada porque tenemos conexión con el centro, los llanos y los andes.
Y lo más importante es que tenemos, en el estado, la posibilidad de ser emprendedores. Fundapymi nos tendió la mano. Y nosotros confiamos en la posibilidad de engrandecer la ciudad, porque nos sobra voluntad y espíritu de emprendimiento.
Pacífico Sánchez/ Foto: Iván Piña