Controversial y polémico como es lógico suponer en el marco de una realidad convulsionada y turbulenta, como la que vivimos hoy, en todos los ámbitos y escala. Sobrevienen los eventos y se entrelazan, en un continuo de complejidad que requiere de una visión integral, de una inteligencia colectiva, y de una disposición al diálogo y a la concertación de esfuerzos, en el intento por superar las adversidades en lo personal e institucional.
Pasamos de la hora cero a las elecciones regionales y queda pendiente un cúmulo de explicaciones, en medio de las expectativas por la vuelta de unos estudiantes a clases, luego de cuatro meses sin actividad y la ausencia absoluta del Rector, el amigo Francesco Leone. No es cualquier cosa.
¿Qué podemos hacer?, como interrogante lógica, expresa la preocupación natural y legítima de una comunidad que ha visto alterada su dinámica cotidiana por causa de una crisis en todos los órdenes, pero que igualmente aspira la vuelta a una “normalidad”, en cuya búsqueda el liderazgo es una vez más la clave. Luego de un mandato rectoral que se prolongó por siete años, debido a la ineptitud e ineficiencia de la gestión del gobierno en materia electoral, nuestra universidad entra en una nueva fase. En ausencia del Rector, ¿disponemos de una hoja de ruta institucional para encararla? A no dudarlo, la meta son las elecciones.
Efectivamente, como han señalado algunos especialistas, en este proceso de transición, no hay vacío legal. Los instrumentos legales: CRBV, LU y Reglamento General. UCLA. Donde aparecen discrepancias, en nuestra modesta opinión y a riesgo de equívocos, es en la interpretación y fundamentación que se hace para respaldar las decisiones. La lectura del problema requiere la mayor información.
Hasta ahora, se ha hecho lo procedente. Hay un Rector interino y el CU, decidió por votación de sus integrantes, la declaración de falta absoluta y, en consecuencia, elige o designa a la nueva Rectora. Pero, genera dudas, el ejercicio de dos cargos simultáneamente. ¿Bajo ese criterio, en ausencia absoluta de los titulares, el Vicerrector Administrativo podría asumir los cargos de Rector y VR Académico?. Pareciese sencillamente incongruente y debilita la decisión.
La LU establece de manera clara y expresa el procedimiento para el caso de ausencias absolutas. Remite al CNU. Se trata de universidades autónomas, sin discusión en materia electoral, con derecho pleno. ¿Las denominadas “experimentales” (Cuestionable denominación porque todas tienen esa condición), están al margen de tal circunstancia? ¿Se colocan por encima de la LU? Discutible. Primero, adquirieron el derecho a elegir sus autoridades, producto de la lucha por la democratización, en un contexto post Caracazo, a partir de la elección de gobernadores y alcaldes. La UCLA fue pionera. En la redacción del Reglamento estuvieron el Rector García de Longoria y Rosalio Montero, no fue ese el “espíritu del legislador”, como suele decirse. En esa materia, se mantuvo lo existente. Ergo, es el más parecido a la LU.
Segundo, el caso reciente de la USB (ausencia del Vice Administrativo, primero; y luego, del Vice Académico), son ilustrativos procedimentalmente. Ambos fueron resueltos por votación en el CNU. En el primero hubo concertación y respaldo de la comunidad; en el segundo no, ante un profesor extraño a la misma.
Otros datos: en medio de las medidas cautelares la UNET realizó elecciones. En la LUZ, se produjo ausencia absoluta hace un año y aun no se ha resuelto.
