Los panaderos del estado Lara pasaron de procesar diez sacos de harina de trigo a uno o dos al día. Con éste utilizan el ingenio para poder cubrir parte de la demanda y recuperar la inversión, no siempre les alcanza para reponer el inventario.
Es una realidad que los panaderos compran la harina de trigo con dólares no preferenciales, pues desde hace rato no tienen acceso a la harina que ofrece el Gobierno nacional.
A principios de mes, el presidente Nicolás Maduro, anunció la llegada a Venezuela de un cargamento de 60 toneladas de trigo de Rusia, sin embargo EL IMPULSO constató que en las panaderías de Barquisimeto, no hay pan regulado.
Mercabar también dejó de ser una opción para los panaderos, este rubro sólo lo consiguen con proveedores que importan y venden a precios exorbitantes.
Según el testimonio de un comerciante, el saco contentivo de 45 kilos de harina de trigo, que el Gobierno debería ofrecer en Bs. 20.000, lo pagan entre Bs. 450.000 y Bs. 650.000.
Por ello, tratan de ofertar productos que les permitan mantener un margen de ganancias, prefiriendo la repostería, pastelería y lunchería. Además optan por el pan campesino antes que el francés, para rendir la harina.
En una panadería de la avenida Vargas, el pan campesino vale Bs. 6.000, el canilla Bs. 2.000, el pan piñita Bs. 1.200 y el francés en Bs. 800.
En este establecimiento, el propietario adquiere sólo cinco sacos para el trabajo de la semana y han ajustado los precios al menos cinco veces en el año 2017.
Aquellas panaderías que todavía logran adquirir harina a precio de dólar preferencial, optaron por trabajar con la harina de trigo regulada a ciertas horas del día, dándoles prioridad a las comunidades adyacentes.
Este es el caso de la panadería Venezuela, ubicada en la avenida Libertador a la altura de Patarata. Allí ofrecen pan canilla a Bs. 600 algunos días de la semana y sólo para los vecinos de Patarata I y II, Bararida I y II, Pablo Rojas Meza y aledaños.
En la panadería de la avenida Carabobo con carrera 30, también ofrecen pan regulado para los vecinos de La Caribeam, Andrés Bello y Sin Fronteras. En este caso, el costo de 10 panes franceses es de Bs. 2.600.
Normalmente, los encargados de los Consejos Comunales, se encargan de repartir tickets en cada casa, para garantizar la compra del pan al día siguiente.
Los panaderos manifiestan que se han visto en la necesidad de regular la compra del pan, a dos por persona en el caso de canillas y campesinos, o 10 franceses, para poder rendir la producción para más familias.
Panaderías artesanales que ofrecían panes tradicionales como pan de tunja, de guayaba, catalinas, acemitas y otra variedad tienen la producción paralizada, mientras que pizzerías y reposterías, se ven en la obligación de incrementar sus costos, pues no sólo la harina de trigo falla en el mercado venezolano, sino también otros insumos como la manteca y el azúcar.
Esta escasez trae una cadena de consecuencias, otra de ellas es la reducción de personal en los establecimientos, pues al no tener un margen de ganancias adecuado, se hace cuesta arriba conservar todo el personal.
Mientras tanto, aguardan la llegada del trigo ruso a los molinos del país para procesar la harina, que vale acotar, no tiene la misma calidad a la cual estaba acostumbrado el venezolano, pues su cantidad proteica es menor.