Una vez más, Juan Martín del Potro frustra el partido que nunca se ha dado entre Rafael Nadal y Roger Federer en un Abierto de Estados Unidos y, como lo hizo una primera vez en 2009, ahora está de vuelta con las mismas intenciones de llevarse el título del último Gran Slam del año.
Las semifinales masculinas del Abierto neoyorquino se jugarán esta tarde en las canchas de Flushing Meadows, entre Nadal (número 1) y Del Potro (24) y el español Pablo Carreño Busta (12) y el sudafricano Kevin Anderson (28).
El argentino escribió otra página épica en la edición en su torneo preferido, cuando la noche del miércoles eliminó al legendario Federer, al que en la final de 2009 le cortó el paso de cinco títulos consecutivos.
Fue un triunfo soberbio del tenista de Tandil, que levantó cuatro puntos de set en la tercera manga para obligar a la definición en la cuarta, y ganar con marcadores de 7-5, 3-6, 7-6 (8), 6-4.
Si en cuarta ronda el argentino ganó con el corazón al austriaco Dominic Thiem, al levantar dos puntos de partido pese a jugar con fiebre producto de la gripe, en cuartos de final contra Federer puso toda su inteligencia y potencia en la cancha para sellar pasaje a semifinales contra Nadal.
Pero Del Potro admite que no está físicamente al cien por ciento apto para enfrentarse a Nadal, que le ha ganado ocho de cinco partidos.
El tenista de Tandil, de 28 años de edad, ha estado plagado de lesiones desde que ganó su único título de Gran Slam en Nueva York en 2009, superando a Federer en la final y a Nadal en semifinales.
“Contra Rafa, será un partido mucho más difícil, no estoy en buenas condiciones”, dijo Del Potro. “Pero es una semifinal, así que cualquier cosa puede pasar, tengo que estar listo para enfrentar a Rafa en mi torneo favorito”.