La hidrológica larense debe disponer de una nueva gerencia diferente a la procedente de la gobernación, desde los municipios socios, para que pueda prestar con eficiencia el servicio de sumiinistro de agua para el que fue creada.
Lo considera así el ingeniero Ramón Rojas, experto en acueductos, para quien la empresa no cumple con su sus estatutos de creación que establece la garantía del suministro de agua potable a la población durante las 24 horas de cada día.
Para Rojas, las fallas que se presentan en tan indispensable servicio se deben, principalmente, a la antiguedad de las redes de distribución, que no han sido reemplazadas de acuerdo al crecimiento poblacional.
Puso como ejemplo el caso de Carora que, pese a contar con fuentes suficientes del vital líquido, permanentemente carece del mismo y una prueba de ello está en el sistema de Los Quediches, que, de los 800 litros por segundo que salen del embalse, sólo llegan a la ciudad unos 140.
Igualmente refirió que el gobierno Nacional no le ha dado importancia a la necesidad de sustituir las viejas tuberías al punto de que de los 42 kilómetros existentes apenas comenzaron a colocar 7 nuevos, obra que también está paralizada.
Además, piensa que se debe planificar a corto, mediano y largo plazo donde la articulación ambiente y sociedad jueguen un solo papel, usando los recursos actuales en beneficio de la calidad de los habitantes, pero también con una consideración: preservarlos hacia las nuevas generaciones, que así lo contempla la Constitución vigente y los derechos a nivel mundial sobre el uso racional del agua.
Insistió en que los planes de desarrollo no han estado a la altura de las poblaciones en cuanto a su crecimiento, además de no invertir los ingresos en mejoras en el servicio.
Ramón Rojas cree igualmente que Hidrolara debe dejar de ser la caja chica de la gobernación, en lo que está convertida la empresa para los gobiernos regionales de turno.
