La construcción de urbanismos, como el de la hacienda Papelón, representan un riesgo para la salud de los habitantes de Cabudare y Barquisimeto pues, debido a la inexistencia de obras destinadas al tratamiento de aguas cloacales o servidas, los acüíferos aún existentes en el Valle del Turbio tienden a contaminarse.
Alfonso Bujanda Yépez, presidente de la Asociación de Propietarios del Valle del Turbio, sector Las Damas, confirmó la denuncia según la cual en la invadida hacienda Papelón fueron construidas 31 casas de manera irregular, pese a que, de acuerdo al ABRAE, sólo puede hacerse una cada 4 hectáreas.
“En Papelón levantaron 31 en media hectárea”, afirmó.
Luego dijo que, de acuerdo a indagaciones, al lado de las casas están los sépticos.
Pero lo más grave es que Cabudare se surte 100%, y también parte de Barquisimeto, de agua de los acüíferos del valle, que están en Papelón, Bosque Macuto, El Molino y Agua Viva, entre otros sectores, que se contaminarían con todas las aguas negras o servidas que surjan de esas viviendas.
Bujanda Yépez recordó que el Reglamento de Uso o Plan de Ordenamiento de la Zona de Aprovechamiento Agrícola del Valle del Turbio del 7 de octubre de 1992, en su artículo 2, indica que “el objetivo general es fomentar el desarrollo de uso agrícola”, lo que no se ha cumplido pues todo ha sido destruido, poniendo como ejemplo el caso de la hacienda Papelón donde, de 9 pozos apenas queda uno y nada se ha sembrado.
Reiteró su denuncia de que la dirección regional del ministerio de Ecosocialismo y Tierras se ha negado a cumplir la sentencia firme del Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil que ordena, entre otras cosas, “Permitir a los productores agropecuarios amparados en este texto de rango sub-legal y que fueron desalojados de sus tierras por el Instituto Nacional de Tierras, que se adaptan a las normas que amparan el Plan de Manejo y las Normas de Cultivo”.
Por otra parte, existe un informe de un técnico superior universitario, presumiblemente del ministerio de Ecosocialismo y Aguas, según el cual, se desconoce el destino de las aguas servidas de las 31 casas construidas “sin la debida autorización y el área en su mayoría se encuentra con barbechos (monte), otras zonas se encuentran con pastos y otras rastreadas, presuntamente para la siembra de cereales”.
Con respecto a las viviendas, el funcionario expone que “la construcción de las viviendas no se ajusta a la ordenación de la citada ABRAE, el cual es el Plan de Ordeenamikento y Usos, decreto 2.327 de fecha 05-06-1992, el cual determina el uso exclusivamente agrícola, por lo que el suscrito recomienda sea revisado por la Unidad de Fiscalización Agrícola”.
Además, existen rumores de un supuesto plan para construir otras 800 casas en el valle, lo que terminaría con el rescate del desarrollo agrícola vigente para la fecha de las expropiaciones.