Francisco envió su primer mensaje a los colombianos, sobre todo a los jóvenes, que lo recibieron en la Nunciatura: «no pierdan la alegría, no pierdan la esperanza».
El pontífice llegó el miércoles a Bogotá para una visita de cinco días, en un viaje pastoral que espera sirva para reconciliar a un país marcado por más de cinco décadas de conflicto armado.
Tras recorrer los 15 kilómetros que separan el aeropuerto internacional El Dorado de la Nunciatura, donde pasará la noche, Francisco dio unas primeras palabras al pueblo colombiano.
«No se dejen vencer, no se dejen engañar, no pierdan la alegría, no pierdan la esperanza», dijo Francisco, el primer papa latinoamericano. Antes de entrar a descansar, el pontífice observó bailables y cantos que le dedicaron.