Pese a una decisión tribunalicia, el hoy llamado ministerio de Ecosocialismo y Aguas, anteriormente del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, se niega insistentemente a devolver a sus antiguos propietarios algunas de las haciendas del Valle del Turbio expropiadas en el 2006 por orden del entonces presidente Hugo Chávez.
Se recuerda el extenso campo ubicado entre los municipios Iribarren y Palavecino, de Lara, y Peña, de Yaracuy, cubierto de caña de azúcar, lo que representaba un hermoso paisaje.
Allí estaban asentadas 29 fincas, ninguna con más de 100 hectáreas, pese a que la expropiación fue argumentada con la supuesta eliminación del latifundio.
De las promesas hechas en aquella oportunidad no se ha hecho efectiva ninguna pues todos los intentos por convertir en productiva agrícola toda esa extensión han resultado en rotundos fracasos.
Neófitos en agricultura, o “políticos o vivos enchufados”, anunciaron con bombos y platillos planes de siembra de maíz, yuca, girasol, tomates, pimentón, parchitas, lechozas y otros rubros, sin tomar en cuenta que se trata de tierras por años explotadas sólo con caña de azúcar.
Entre las fincas ocupadas están Molino Arriba, Molino Abajo y Papelón, cuyos propietarios recurrieron a los tribunales para que se revirtiera el error o el abuso cometido, obteniendo, al menos en el papel, resultados positivos.
Alfonso Bujanda Yépez, uno de ellos, explicó que en el 2015 el Juzgado Tercero de Primera Instancia Civil emitió una sentencia firme que ordenaba al ministerio de Ecosocialismo y Aguas permitir a los hacendados retornar a sus predios para “atenerse a las normas de cultivo”.
Sin embargo, hasta ahora ese despacho ministerial se ha negado a cumplir con esa disposición judicial contenida en el expediente V-2011.
“Nosotros lo único que queremos es volver a trabajar en nuestras tierras, a retornar en ellas la productividad, que, como cualquiera puede constatar, se perdió por completo”, manifestó.
Pero ellos están dispuestos a seguir reclamando el respeto a sus derechos y a que Barquisimeto y Cabudare puedan volver a disfrutar de ese manto verde que significaban las extensiones de caña de azúcar, de la que se endulzaban miles de venezolanos.
Este martes acudieron a la reunión de la Red de Instituciones Larenses, de las que recibieron apoyo para continuar la lucha a la que esperan se agreguen otras instituciones preocupadas por todo lo que signifique un valor para la ciudad como es el Valle del Turbio.