La imparcialidad es la virtud más apreciada en un árbitro. Tal cualidad la pretendemos ejercer en estos comicios como Coordinador de la Junta de Primarias para escoger el candidato a gobernador del estado Lara, acompañado por un honorable y calificado equipo cuidadosamente seleccionado en el cual están representados los dos aspirantes que optan a la candidatura de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Si todo marcha como es debido no será necesaria la intervención del juez, la cual surgirá sólo en caso de que se pretenda transgredir las normas que deben caracterizar este tipo de evento. Se supone que con la sola presencia y debida vigilancia de los integrantes de la Junta será suficiente para que dichas normas se respeten ¿Cuándo pita un árbitro en un partido de futbol? Cuando se viola alguna regla que ordena el juego. Mientras menos intervenga será mejor, pero esto depende de la actitud del juez dejando correr el juego sin interrumpirlo, pero fundamentalmente también del buen comportamiento de los jugadores.
Por lo expresado quisiera que mi única decisión en este proceso sea ante la urna electoral cuando deposite mi voto por el señor Falcón o por el señor Florido, orden que obedece a estrictas normas alfabéticas.
En cuanto al proceso de primarias debo decir que responde al cariz democrático que prevalece en los sectores de oposición, pues es el resultado de la confrontación de ideas que caracteriza las agrupaciones en donde existe la libre manifestación del pensamiento. Y en aquellos estados en donde no se determinó el candidato a gobernador mediante el método de primarias, fue el resultado del consenso luego de arduas jornadas de negociación en donde se discutieron libremente las opciones que se tenían. Todo lo contrario a decisiones producto de la imposición arbitraria de “la autoridad” en el ámbito del oficialismo.
Los pocos resquicios que nos permite el régimen tiránico que impera en el país deben ser aprovechados por los movimientos democráticos. Y si se pretende aducir que estamos en democracia por estos escasos respiros que el régimen le procura a la ciudadanía, se debe responder que las muestras de mandatos ilegales y delictivosson muchas: represión y muerte de manifestantes de oposición, órdenes de encarcelamiento a magistrados designados legalmente por el órgano competente para ello como es la Asamblea Nacional, supresión de funciones propias de esta Asamblea por la espuria Constituyente, cierre arbitrario de medios de comunicación, visible impunidad de la corrupción imperante en el oficialismo, manipulación de la justicia a través de un Poder Judicial sumiso al mando despótico reinante y la acción que descuella, propia de una dictadura, la imposición de una Asamblea Nacional Constituyente ilegítima, instalada en violación flagrante de la Constitución de la República.
El arma que tiene la civilidad ante la barbarie dominante es el voto, que debe ejercerse ante el peligro inminente de la abstención que otorgaría la victoria a la corriente chavista, culpable de la ruina moral, institucional y económica de nuestro país. Ante la repetida conseja de que al aceptar el reto de las elecciones regionales se perdió el esfuerzo del calentamiento de la calle, debemos responder que sin “calle” hubiera sido imposible abrir este desahogo ciudadano. Fue la “calle” la que forzó a la tiranía a otorgar lo que se nos debía constitucionalmente: el ejercicio del sufragio para sustituir a gobernadores corruptos y complacientes con el régimen.
Por otra parte, ante otra patraña divulgada por enemigos del ejercicio del voto en este transcendental momento histórico que vivimos, en el sentido de que van a suspender las elecciones o que obstaculizarán el ejercicio del cargo de los gobernadores elegidos del seno de la oposición, hay que rebatirla alegando que todas esas acciones representan un costo político altísimo para el Gobierno. El régimen está “entrampado”: si realiza las elecciones regionales recibirá una formidable derrota al obtener la oposición el triunfo en numerosas gobernaciones, y si no las realizan manipulando al dúctil Consejo Nacional Electoral, correrá con el desprestigio propio al dar otra muestra contundente de su facha autocrática. Más que obtener gobernaciones para la oposición este ejercicio comicial debe ir dirigido a dejar sentado ante el país y en el exterior, que una aplastante mayoría rechaza a este corrupto y abusivo Gobierno.
Por lo anterior nunca aceptaría la función de árbitro en donde esté involucrado fuerzas oficialistas, pues no podría ser imparcial, ya que mi pensamiento y actitud van dirigidas a desmontar este régimen autoritario, sostenido sólo a través de la fuerza y es por ello que asumí el reto de coordinar este proceso de primarias, pues sin duda alguna, si se realiza,será una contundente muestra de que el pueblo quiere un cambio dirigida a obtener una auténtica democracia para Venezuela.