Las elección más difícil en estos momentos para la oposición democrática en Venezuela es la de apostarse el destino de la Republica asumiendo el reto de participar en estas elecciones regionales, las cuales en apariencia son una excusa del oficialismo para mostrar una fachada internacional democrática y avanzar en el terreno diplomático para que el mundo civilizado reconozca a la Asamblea Nacional Constituyente.
Este análisis pareciera solido en la medida que esta hilado con la serie de abusos cometidos por los comunistas del siglo 21 durante casi dos décadas, no obstante tiene una debilidad fundamental como lo es ignorar que los contextos han cambiado totalmente y aunque no lo percibamos, actualmente los tenemos acorralados. Por supuesto que con una vulnerabilidad física absoluta ya que solamente tenemos pecho y ellos armas de fuego y disposición criminal para dispararlas, pero eso no anula el hecho simple que sobre ellos gravita un inmenso e irreversible repudio moral del mundo democrático y que económicamente tienen una situación insalvable que puede provocar un mar de leva popular que arrase con ellos, aunque esa misma ola devastadora nos ahogue a todos en las profundidades del primitivismo social.
Afortunadamente ese escenario apocalíptico no llegará porque con los resquicios democráticos que aún nos quedan, los venezolanos lograremos agruparnos en la Marcha del Voto, la cual es un camino largo y tortuoso pero el único que puede llevarnos a una salida pacífica que prevalezca sobre el ambiente de muerte y desolación que nos circunda.
Para ello lo primero que tenemos que hacer es sacudirnos el complejo de victimas con el cual analizamos el presente, quitarnos la etiqueta de perdedores. Por ejemplo pensar que al no impedir que el oficialismo consumara la arbitrariedad de instalar una ANC inconstitucional perdimos la batalla, cuando en verdad demostramos un poder de convocatoria muy importante, simplemente porque el evento fue un rotundo fracaso de soledad y tuvieron que hacer una trampa tan gigantesca que hasta la empresa que maneja las maquinas tuvo que denunciarla a nivel internacional. Luego de instalada esta ANC no ha sido reconocida por casi ningún país y ello ha propiciado una serie de medidas diplomáticas y económicas que aislaron al Gobierno Nacional dentro del concierto de republicas libres.
Si asumimos estas elecciones regionales como una continuación de esa lucha popular que nos condujo al éxito de identificar con precisión el carácter absolutista del gobierno de Maduro ante el mundo, estaremos marchando en la dirección correcta. No debemos enfocarnos en que estas gobernaciones serían un espacio de poder para cohabitar con los represores, debemos enfocarnos en que nuevamente demostraremos que somos una inmensa mayoría que quiere un cambio en Miraflores y que por vía de elecciones alcanzaremos este objetivo. Que las suspenden, pierden ellos. Que inhabilitan a los gobernadores electos, pierden ellos. Con el voto avanzamos, con el quedarnos quietos, perdemos. Creo que en Lara quien representa con absoluta claridad la opción del voto como parte de la marcha pacífica para quitarnos de encima a los comunistas es Luis Florido. Mi voto es para él y estoy seguro que en Lara somos mayoría quienes pensamos [email protected]