La noche de este viernes falleció el locutor cristiano, Anthony Alberto Petit Pereira, de 23 años de edad, quien recibió, a eso de las 8:00 p.m. del martes, un disparo en la cabeza durante un intento de atraco que sufrió en la avenida Vargas de Barquisimeto, mientras esperaba “carrito” para ir a su casa.
Batalló por su vida entubado e internado en el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp) de Barquisimeto desde entonces. No pudieron operarlo para extraerle la bala.
Era servidor en la iglesia evangélica Betesda, situada en el barrio El Carmen de la capital larense, en el cual residía con sus padres. Era el menor de ocho hermanos y era un apasionado por el mundo de la radiodifusión. Lo conocían como el Pequeño Petit.
Su hermano, Eduardo Petit, contó a EL IMPULSO que el hoy occiso llegó delicado de salud a la Emergencia del Hcuamp. Estuvo inconsistente durante toda su hospitalización, pero ellos tenían fe en su recuperación.
“Dentro de la Biblia hay un relato –el de la vuelta a la vida de Lázaro– que nos hizo creer que Dios podía mostrar su gloria sanando su cerebro, sanando lo que estaba dañado; pero después también entendimos que lo que pasó era un propósito de Él. Anthony unió una masa cristiana increíble, incluso fuera del país”, relató serenamente el prójimo del hoy difunto. Contó que el Pequeño Petit era un muchacho “de su casa”, alegre, cautivador y añadió que siempre fue “un gran servidor”.
“Quiero agradecer verdaderamente a todo el cuerpo cristiano evangélico, de corazón, el amor y apoyo que mostraron. Se evidenció el amor por Cristo en esta lamentable situación”, sentenció Eduardo. Asimismo, al conocer que el culpable de la muerte de su hermano fue atrapado en flagrancia, dijo: “Que se cumpla la ley, no voy a oponerme a eso. Pero nosotros oraremos para que Dios tenga misericordia de ese joven, para que se arrepienta y pueda alcanzar la salvación que hoy alcanzó Anthony”.
Salió de trabajar e iba a su casa
Tal y como informó EL IMPULSO días atrás, Anthony Alberto fue atacado en la parada de los carros por puestos que se estacionan en la avenida Vargas (sentido norte-sur), entre avenida Venezuela y calle 27, los cuales salen hacia barrio Unión.
Durante días de semana trabajaba en los controles de la radio cristiana Dinámica 92.9 FM y tenía su programa los días sábados, en horas de la mañana. Desde los 15 años de edad incursionó en el espectro radiofónico.
El día del suceso trabajó, como normalmente lo hacía durante los últimos seis meses.
Salía de su casa a eso de las 11:00 a.m. y regresaba aproximadamente a las 9:00 p.m.; sin embargo, este martes no pudo hacerlo así porque un delincuente sacó un revólver para intentar robarlo y le disparó.
Petit Pereira no se habría resistido al robo de manera directa, según afirmó su hermano, sino que, por el susto, reaccionó dando unos pasos hacia atrás y su asesinó no vaciló en accionar el arma de fuego.
Fue baleado como a las 8:00 p.m.
Las personas que estaban en la parada lo auxiliaron y trasladaron al principal nosocomio de la región, en donde libró una batalla en la que no pudo triunfar.
Homicida es agarrado por Polilara
Cuando ocurrió el atroz crimen unos motorizados de la Policía del estado Lara (Polilara) patrullaban la zona y persiguieron al homicida del joven locutor, para después atraparlo en la calle 21 entre carreras 27 y 28 de Barquisimeto. Se desconoce si actuó con un cómplice que lo trasladó.
El nombre del antisocial es Ender Alexander Briceño Loyo y tiene 20 años de edad. A él le incautaron un revólver calibre 38, marca Smith & Wesson, así como seis cartuchos de bala –uno percutido-. Contra los policías no disparó y no hizo más que correr.
Fue puesto a la orden de la Fiscalía N° 10 del Ministerio Publico en Lara. Asimismo, se conoció que el ahora asesino había sido detenido en el mes de enero de 2015 por funcionarios de la Policía Municipal de Iribarren (PMI). Se desconoce cómo recupero su libertad.
Según la información aportada a EL IMPULSO por voceros de la PMI, en ese entonces, este delincuente fue detenido en flagrancia mientras profanaba una tumba de la parcela I del Cementerio Municipal.
La captura se habría ejecutado el 9 de enero, en horas de la tarde, cuando Briceño Loyo estaba dentro de la fosa tratando de abrir el ataúd con una pala, mientras que un compañero de fechorías, en la parte superior, intentaba arrastrar una lápida.
Según el portal web del CNE, es residente de Villa Guadalupe -oeste de la ciudad crepuscular.
