De la unidad y acción coordinada en tiempo y espacio, de los partidos políticos y el pueblo, dependerá el triunfo de la democracia sobre la dictadura. Por allá por los años 80 decía el dirigente copeyano Gustavo Tarre Briceño, palabras más palabras menos, que el ideal democrático y el orden constitucional requería que los partidos políticos mediaran en el proceso de participación popular. Ellos, los partidos me refiero, postulaban y siguen postulando a los candidatos para participar en elecciones para cargos de representación popular, fomentan a su vez la necesaria participación ciudadana en los asuntos públicos, orientan la vida nacional en su función de mediación entre la Sociedad y el Estado, forman a su dirigencia, educan a su militancia, luchan contra las desviaciones oligárquicas, amplían su participación de base. Les toca respaldar al gobierno u oponérsele e ir despejando alternativas hacia el futuro. En estas funciones cumplen una importantísima labor. En este orden de ideas son entes u órganos auxiliares del Estado que hacen serios esfuerzos por reparar sus fallas y corregir sus desviaciones. Por tanto hoy más que nunca, los partidos políticos continúan siendo una realidad como instrumentos de participación del pueblo. Pueblo que se asocia voluntariamente en ellos. Pueblo que los han hecho suyos.
Ahora mismo la dictadura ha colocado a la unidad en el dilema de participar en unas elecciones regionales donde intencionalmente día a día le atraviesa innumerables obstáculos. A pie de juntillas no me canso de repetir, las diferentes razones para ir o no a las regionales están condicionadas por las creencias, intereses, valores y cultura de los partidos políticos.
Manifestar su desacuerdo con la Mesa de la Unidad no significa estar en contra de ella. Hoy, necesitamos estar más unidos que nunca para enfrentar la dictadura. Con el asunto de las regionales lo importante, no son las razones para ir o no a ella, es mantenernos unidos y arrancar motivos para la lucha. Unos y otros, los que NO queríamos participar de las regionales y los que SI, todos tenemos razones. El respeto debe privar y la UNIDAD debe triunfar.
En este caso, en la unidad estamos necesitados siempre de la tolerancia que en estos 18 años hemos reclamado del régimen. La única verdad no son las razones de los que quieren ir a las elecciones regionales también otras razones distintas son posibles y son verdad. Suscribí en su momento las razones para NO ir a “Las elecciones regionales” por Gustavo Tarre Briceño. En las redes algunos, pocos por cierto, se dedicaron a llamar ignorantes, cómplices, traidores y vendidos a los partidos que quieren ir a elecciones. No comparto y condeno dicha actitud. Que ellos crean que la MUD deba revisar diariamente su decisión es una cosa y otra diferente es soportar críticas que parecen salidas del G-2 cubano. Buen punto el Tweet de Ricardo Hausmann que dice: “Dictadura no saldrá con votos. Pero igual, hay q votar. No xq acabará con el régimen per se sino xq aumentará su ilegitimidad y fragilidad”. Si la unidad persiste en participar hay que apoyarla, votando, buscando y defendiendo los votos, con la vida si es necesario y correr con las consecuencias, aunque hayamos discrepado en principio de participar en dichas elecciones.