El diario Última Hora salió de circulación tras 43 años de historia. El pasado jueves 31 de agosto se difundieron sus últimos ejemplares, no obstante, la esperanza de volver a las calles permanece. Mientras tanto, los contenidos se ubican en el portal web y redes sociales.
La estatal encargada de la venta de papel periódico, Alfredo Maneiro, terminó por asfixiar al matutino de Acarigua, tal y como ha ocurrido con múltiples impresos a escala nacional.
En visita a la referida casa editora nos encontramos con varios trabajadores, quienes compartieron el sinsabor de esta experiencia, que pensaron, nunca ocurriría.
Luis Bazán García, periodista de dilatada y reconocida trayectoria, tiene 25 años en Última Hora y toda una vida en el oficio.
Acerca de la interrupción del medio de comunicación expresó que lo que pasa no es algo extraño en el ámbito de las comunicaciones en el país, por tanto que para nadie es un secreto que aquellos que no son complacientes tarde o temprano son víctimas de las presiones gubernamentales que buscan silenciar la voz popular.
-No ha sido posible que el sector oficial entienda que es en los medios de comunicación (radio, prensa, televisión y digitales) donde está representada la garantía de la libertad de expresión y democracia.
El reportero de la fuente de Cultura cree que el régimen cubano impone esas directrices. En la isla los periódicos están subordinados al régimen castrocomunista.
“Eso es lo que pasa en Última Hora, que desde hace unos meses ha sido víctima de la presión del Gobierno, ente que niega la venta de papel”.
Bazán García lamenta que la sociedad de Acarigua, con todas sus vicisitudes o logros, no se vea representada en el diario que es Premio Nacional de Periodismo.
“Como lo dice el director, Néstor Ramírez Paz, es una pausa obligada pero no definitiva porque la dirección ha afirmado categóricamente que no van a cerrar el periódico, seguirán siendo la voz del pueblo, respetando los principios, no bajo la sumisión sino con la firmeza de un medio que ha reflejado la realidad regional en sus páginas”.
Indicó que el periódico fundado el 30 de octubre de 1974 podría ver luz de nuevo si llegan unas bobinas de papel.
Añadió que a lo largo de los años ha habido contratiempos pero jamás el rotativo se había visto obligado a salir de circulación.
“Muchos impresos están padeciendo esta agonía, entre ellos EL IMPULSO, que vimos como dejó de circular por 15 días entre diciembre de 2016 y enero de 2017”.
Por otro lado, destacó que si los actores del gobierno revisaran el periódico página a página valorarán el equilibrio que ha mantenido el diario.
-Nunca nos hemos inclinado a favor de uno u otro lado. No hay excusas, sencillamente nos niegan la venta de papel.
Aseguró que aunque el escenario es oscuro la decisión es mantener al personal en sus puestos de trabajo, confiando en que se reactivará la dinámica habitual del periódico.
Subrayó que esta situación debe impulsar aún más la función de los medios de comunicación social a fin de que permanezcan en el tiempo po tanto que no se concibe un país sin prensa libre.
“Por cualquier vía los medios de comunicación social deben mantener el pulso, la firmeza y la decisión para lograr la reactivación de sus actividades”.
La solidaridad, dijo, ha sido masiva.
“Otros medios se han pronunciado, así como los diferentes actores de la sociedad civil, empresarios, productores, entre otros. Todos reconocen lo que significa Última Hora, que llegó a tener 20 mil ejemplares diarios y ediciones de 48 páginas”.
Precisó que ante la no venta de papel la edición del pasado jueves fue de 16 páginas, sin embargo, llegaron a circular con 12 páginas.
“El suplemento dominical se eliminó hace 7 meses atrás para economizar el papel del tabloide”.
Claro que hay miedo, destacó. Si este escenario se mantiene el periódico se vería obligado a reducir su personal. Si no hay ingresos cómo se paga, sin mencionar que la publicidad ha mermado notablemente.
“A mucha gente le gusta que su publicidad llegue por la vía tradicional y no en digital, ya que tiene más alcance, no todo el mundo tiene internet”.
De igual manera la licenciada Cruz María Lobatón, gerente de RRHH, señaló que la preocupación ha invadido a los más de 100 trabajadores que tiene el impreso.
“Particularmente nunca pensé que íbamos a llegar a esta situación. Creí que al final el Gobierno iba a rectificar, sobre todo al conocer la trayectoria del periódico”.
Es difícil, prosiguió, la situación para nosotros y para otros medios es similar.
Indicó que las últimas bobinas de papel las recibieron hace dos meses.
“Sabemos que estamos en la lista de la corporación Alfredo Maneiro así como numerosos diarios. Sabemos que al Gobierno no le interesan los periódicos que piensen distinto, representamos una amenaza”.
Agregó que últimamente imprimían 3.500 ejemplares diarios.
Enrique Valduz, editor y periodista de Última Hora, puntualizó que la situación que enfrentan es bastante difícil por tanto que se trata de 43 años de servicio para la colectividad portugueseña y sus comunidades.
“Portuguesa es un estado netamente agrícola por lo cual la actividad económica, las actividades de los gremios, se están viendo impactadas por la salida de circulación del medio”.
Las comunidades y consejos comunales que ven en rotativo una ventana para proyectar inquietudes prácticamente se les cerró.
“Estamos haciendo todo lo posible a través de ultimahoradigital.com el acceso que tiene el lector a nuestros contenidos así como las redes sociales. Esperamos que esto sea momentáneo y que podamos superar esta coyuntura”.
Valduz añade que no es solamente Última Hora, La Prensa de Barinas y Diario Los Andes, sino que son muchos más los medios que atraviesan esta situación.
“Esperamos poder superar este trance”, dijo el periodista con 20 años en el periódico.
Para él, Última Hora ha sido una escuela por tanto que empezó en Producción, luego estudió Comunicación Social para ejercer otras responsabilidades.