Familiares de reclusos del Centro Penitenciario David Viloria, mejor conocido como cárcel de Uribana, acudieron a EL IMPULSO para hacer pública su preocupación ante una posible huelga de sangre que pretenden llevar a cabo los presidiarios en los próximos días.
Esto respondería, según contaron de manera anónima por temor a sufrir represalias, a la falta de un autobús en el penal que permita a los privados de libertad acudir a sus juicios.
“Tenemos miedo que se dé una revuelta fea. Se les han caído los juicios por no presentarse y se van a atrasando las causas. A los privados los citan a tribunales cada 15 días”, expresó la fuente.
Denuncian que supuestamente el Servicio Penitenciario no se ha ocupado en trasladar a los reos de la cárcel de Uribana a sus audiencias, desde hace aproximadamente tres semanas.
Cuentan que, ante la situación, allegados han tenido que pedir ayuda a Transbarca, ente que efectivamente ha prestado colaboración en ocasiones puntuales. Están contemplando alquilar unidades de transporte público pero alegan que económicamente no puede hacerlo.
“Esta problemática no es nueva pero antes solventaban aunque sea dos días a la semana para trasladarlos. Cuando pedimos explicaciones a las autoridades, nos dicen que sí hay autobuses; nos mienten en la cara. Ya no sabemos de qué manera solventar esto”, criticó.
Explican que la situación de la falta de autobuses se une a escasez de agua potable dentro del penal para crear una bomba de tiempo.
“Esto está a punto de estallar. No tienen agua y cuando les llevan, es un agua salada que no pueden tomarse. Quienes lo hacen han tenido que ser llevados al hospital porque empiezan a sufrir de los riñones”, resaltó.
Asimismo, hicieron el llamado a las autoridades competentes, como la Defensoría del Pueblo, y apuntaron que no que no descartan protestar a las afueras de la cárcel para evitar derramamiento de sangre en el interior de la misma