Después de haber transcurrido 20 años de su muerte, la princesa Diana de Gales, sigue siendo inolvidable para muchos, más aún, para sus hijos William (Guillermo) y Enrique (Harry), quienes vivieron cercanamente el trágico accidente de su madre.
Cuando William tenía sólo 15 años de edad, y Harry unos 12 les tocó enfrentar la idea de que su progenitora, la polémica princesa conocida en el mundo por su sensibilidad hacia los discriminados y desprotegidos, su discreción ante las disyuntivas con su esposo el Príncipe Carlos, su lucha con la bulimia y el suicidio; no estaría más.
En el pasado mes de abril, el hijo menor, dio a conocer los graves problemas emocionales que padeció tras la muerte de su madre, quien además señaló que estuvo «al borde de un colapso nervioso» y recurrió a terapia para poder seguir su vida, dijo en una entrevista a The Telegraph.
Asimismo, el mayor de los descendientes al trono de Inglaterra, el príncipe William, declaró a la revista británica GQ que le gustaría contar con el consejo de su madre y añadió que le «encantaría que hubiera conocido a Catherine y que hubiera visto a los niños crecer».
«No hay un solo día en que Guillermo y yo no deseemos que estuviera viva. Nos preguntamos qué clase de madre sería ahora, qué papel público tendría» expuso William junto a su hermano.
«No pudimos protegerla. Creemos que por lo menos le debemos 20 años de defender su nombre y recordar a todo el mundo el personaje y la persona que era ella. Hacer nuestros deberes de hijos para protegerla» justificó uno de los soberanos ante su inusual pronunciamiento acerca de la vida de su progenitora.
No obstante, según Patrick Jephson, quién fue secretario privado de Diana, dijo a la agencia AFP que el fallecimiento de la princesa fue un tema tabú para la realeza, y acotó, que entre todos los legados que dejó la princesa, el mayor fueron sus hijos.
«Se puede apreciar en ellos muchas de sus cualidades, principalmente la capacidad de combinar realeza con el don de gentes», estimó Jephson.
Cabe destacar, que los más allegados de Diana de Gales la recuerdan como una mujer alegra, fuerte y caritativa, además de rememorar sus aportes en distintos ámbitos sociales.
