El Consulado de Colombia en Barquisimeto se convirtió en un punto de encuentro para decenas de larenses que cada día se dirigen a sus oficinas en búsqueda de información correspondiente para emigrar.
Periodistas de EL IMPULSO se dirigieron al sitio y constataron la multitud de personas que se dirigen a aquellas oficinas tanto para tramitar sus visas de residencia como permisos de trabajo. Los porteros además de cumplir la misión de garantizar el orden dentro de la institución, ahora se han dado a la tarea de otorgarles información a quienes vienen con dudas simples, o a quienes ya se dirigen con sus documentos correspondientes; los van pasando por grupos, a medida que se vaya desocupando la sala de espera, que a lo largo de todo el día se encuentra repleta.
A pesar de que se trató de conversar con el cónsul de Colombia en Barquisimeto, el mismo no estaba autorizado para emitir ningún tipo de información.
Sin embargo, se conoció extraoficialmente que gran cantidad de larenses desean emigrar a Colombia para trabajar, en su mayoría jóvenes profesionales; y que incluso los empresarios desean invertir en el país vecino. Así mismo quienes son hijos de padres colombianos han efectuado sus trámites para emigrar con la visa de residencia colombiana hacia ese país y terminar sus estudios y garantizarse una mejor vida; eso expresaban los usuarios mientras esperaban ser atendidos. Manejándose un promedio de 400 personas que cada día llevan sus documentos para nacionalizarse.
Por el derecho de sangre, los hijos de padres colombianos pueden adquirir su nacionalidad. Existe una visa de madre o padre de nacional- colombia que permite un permiso de residente por cinco años, y otra de cónyuges, entre esposos, que se extiende por tres años.
En cuanto a la visa de trabajo, la información que se maneja es que existen distintos tipos de documento, ya sea para el tipo de trabajo, las condiciones y el país de donde proceda. Dicha información puede variar dependiendo de cuál sea el caso, al igual que su precio y su tiempo de permanencia.
En las filas se podían escuchar las queja de cómo Venezuela se queda sin sus profesionales.
“Desde el 2015 incrementó la emigración de los profesionales en Venezuela, porque estos jóvenes simplemente no tienen oportunidades en este país. Yo amo mucho a este país pero lamentablemente esta es una tierra de extranjeros, y todos están regresando a donde partieron sus abuelos o padres”, expresó Ana Pereira, quien le llevaba unos documentos a su nieto que ya había emigrado a Medellín.