Italo Olivo
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«Quien quiere hacer algo encuentra un medio, quien no quiere hacer nada encuentra una excusa”. Proverbio árabe.
No obstante sus indudables utilidades, existen muchas resistencias por parte de los aspirantes a emprendedores para invertir tiempo y energía con el fin de escribir un buen Plan de Negocios. ¿Esto por qué?, bueno porque cuando se decide dar vida a una nueva empresa, se siente mucha impaciencia para ver nacer la propia criatura y el Plan de Negocios requiere tiempo y recursos que en un primer momento parecen un desperdicio. Pero posiblemente, dentro de esta motivación, existe el miedo de tener que poner en discusión una idea que se considera que será exitosa y de la cual se está absolutamente enamorado.
En este sentido, veamos algunos de los principales obstáculos y prejuicios que desaniman para empeñarse seriamente en la elaboración de un buen Plan de Negocios y cómo podremos superarlos.
Se necesita mucho tiempo. Es verdad, a veces se necesitan incluso algunos meses. Pero se trata de tiempo bien gastado. Y luego, ¿No querrán echarse para atrás incluso antes de comenzar?.
Es sólo una obligación formal. Esto es equivocado. Sirve concretamente para analizar todos los aspectos, estratégicos y operativos, del nuevo proyecto. Podrán así inclusive demostrar a los potenciales financistas cuán serios y de confianza son.
No sirve para las empresas de pequeñas dimensiones. Este es otro prejuicio que se debe eliminar. Hoy en día, incluso el que maneja una pequeña empresa debe saber utilizar conocimientos de gestión, organización, mercadeo y control, para hacer que la empresa tenga los requisitos mínimos de eficacia para poder sobrevivir y tener éxito en el mercado.
No se logra encontrar toda la información necesaria. Seguramente, sobretodo si se trata de efectuar investigaciones de mercado, no es fácil desenredarse entre las numerosas fuentes de información, pero no es imposible. Se debe aprovechar esta ocasión para comenzar a pedir ayuda a otros: asociaciones de empresarios específicas o generales, consultores, emprendedores.
Es también una oportunidad para comenzar a construir una red de relaciones que les podrá ser muy útil en el futuro. Sin información comenzarán en la oscuridad en cuanto al mercado y la competencia y eso es muy peligroso. ¿Se atreverán a empezar un viaje en automóvil de noche sin luces, solo porque tienen prisa?
Debe hacerlo el consultor. Así es. La ayuda de un consultor experto puede ser muy importante, sobretodo si quieren pedir financiamiento público, pero eso no los excusa de ocuparse directamente del trabajo. Hacerlo les permitirá aumentar la conciencia y adquirir las competencias necesarias. Quien asume el riesgo de la empresa son ustedes, no su consultor.
Por otro lado, no es cierto aquella objeción que señala, que un Plan de Negocios no sirve para actividades que se establecen objetivos sociales y no económicos.
Definitivamente, el Plan de Negocios es el documento que marca el kit que identifica la nueva empresa y define los objetivos de gestión; es la embarcación construida para hacer pasar la idea de empresa del mar que separa la idea de los hechos concretos. El futuro emprendedor no puede renunciar a ser el mismo el constructor y el comandante de esta embarcación, tan importante para la realización de sus aspiraciones.
