En el centro de la ciudad es notable el auge que han tenido los establecimientos de compra y venta de oro. Locales comerciales que antes se dedican a cualquier otra actividad comercial, convirtieron sus anaqueles o exhibidores de venta en vitrinas para atender a ciudadanos que encontraron un negocio o un auxilio financiero en vender sus prendas fabricadas en el elemento químico altamente codiciado.
Incluso, ya se convirtió en algo cotidiano observar que en medio de las ventas de accesorios o ropas, tienen un cartel que indica que su puesto también está disponible para participar en este intercambio de oro por dinero, con la típica frase “compramos oro”.
Ahora algunos de estos recintos mutaron y continuaron evolucionando. La prioridad para muchos dejó de ser el oro y se convirtió en comprar billetes de dólares y pesos. En un puesto comercial en el centro de la ciudad, quienes se dirigan con un billete o una moneda de un dólar, reciben hasta 4.000 bolívares en efectivo.
Por otra parte los compradores ofrecen pagar hasta 13.000 bolívares por dólar, a quienes llevan billetes de 50 o 100 dólares. El pago puede variar dependiendo del local, lo que sí es evidente es que estos comerciantes ofrecen mucho menos del monto establecido para el dólar en el mercado negro.
En medio de la avenida 20 los vendedores –a toda voz- les comunican a los transeúntes sobre su negocio. “Compramos dólares, euros, pesos, y también oro”, expresaba un muchacho.
Un joven que aseguró tener más de un año dedicado a la compra de las monedas –cuyo nombre no quiso revelar por miedo a represalias- informó que incluso las monedas antiguas de bolívares también son compradas y vendidas constantemente en el mercado.
Detalló que ellos compran las monedas por kilo y el precio puede variar dependiendo del año que tengan y el tipo de metal que posea. Monedas de 1 bolívar o los antiguos 1.000 -reconocidas por tener la imagen de Simón Bolívar en su centro de color plateado, y un borde dorado- son compradas en 2.000 bolívares el kilo. Por las monedas un poco más antiguas de 5 bolívares, el kilo es adquirido hasta en 4.000 bolívares.
El vendedor informó que ellos utilizan esas monedas para fundirlas y fabricar con ellas nuevos materiales. Con sus metales pueden crear desde accesorios nuevos hasta algunos repuestos y piezas para automóviles.
“En los últimos meses los venezolanos han estado vendiendo sus colecciones y todo lo que tenían guardado en su casa por la difícil situación, y es otra forma de rebuscarse y adquirir recursos”, expresó una trabajadora.