Este viernes en horas de la tarde se inauguró la XXVI Feria Internacional de Artesanías de Tintorero. A pesar de que fue poco su tiempo de promoción, al ser anunciada la actividad hace apenas 15 días por la alcaldesa (temporal) Teresa Linarez –luego de ser suspendida por la neurálgica situación que se vivía en el país- los artesanos armaron sus mesas, abrieron sus locales y con toda su esperanza estaban a la espera de recibir a los visitantes en el paseo artesanal.
La actividad fue inaugurada con los violines de Tintorero, junto a las autoridades regionales. Una tarima cultural estuvo acompañando a los visitantes, y se conoció que en ese sitio se estarán presentando actos culturales y musicales a lo largo de los diez días de feria. Así mismo agrupaciones bailables tuvieron participación. La elección de la Reina de la Feria se debutó entre siete jóvenes, que buscaban representar la belleza del municipio Jiménez y su cultura.
La concejal del municipio Jiménez, Erika Sarmiento, informó que los artesanos hicieron la solicitud de que se realizara la feria este año, luego de ser suspendida por las “guarimbas” y todo lo que afrontaba el país. Para ella triunfó la paz y ya se respira nuevamente la tranquilidad en el país, por lo que ellos le están dando al pueblo lo que realmente necesitan, “que es trabajar”.
“Estamos apoyando a los artesanos por la necesidad que tenían este año, ellos necesitaban vender sus piezas y de todos partes del país nos contactaron para que se efectuara la feria”, expresó Sarmiento, quien informó que participarán más de 450 artesanos – de los cuales 250 se trasladaron de otros estados- para atender a los más de 10.000 visitantes que esperan recibir diariamente.
Sarmiento agregó que los artesanos dentro de la feria contarán con un plan de atención médica en donde se les facilitará una jornada de vacunación y atención, con una farmacia que les otorgará sus debidos medicamentos.
Sin materia prima
Por su parte, los artesanos declararon que para estas ferias ellos no estaban preparados, sino “medio dispuestos”, al no contar con la materia prima correspondiente para realizar sus trabajos.
En el caso de Naudy López, este detalló que ha tenido que migrar de rubro unas cuantas veces al no conseguir el material con el cual trabajar. Durante toda su vida había sido un artesano textil, pero desde hace tres años aproximadamente, indicó que no fue posible volver a conseguir en el mercado el hilo con el cual fabrican las hamacas. Frente a ese escasez de insumos, se dedicó a trabajos de plomería y albañilería; en estas ferias participará pero solamente ofrecerá los pocos productos que le quedan.
Ante la escasez del hilo, los productos se dispararon de precio. Una hamaca es vendida en 350.000 bolívares y un quinchoncho en 85.000.
“Solo trabajamos con los pocos hilos que nos quedan o conseguimos, y solo podemos ofrecerles a los clientes lo que hay. El colorido de nuestros tejidos es algo que desapareció”, expresó Noel Montes, mientras fabricaba una sillita de madera.
A pesar de esta realidad, hay algunos en los que aún prevalece la esperanza. Gabriel Martínez esperaba las ferias con ansias. En el lugar donde habita –Guadalupe- es imposible vender artesanía puesto que los visitantes no llegan a la zona por la inseguridad que se ha desatado en el sitio. El artesano armó su puesto de artesanía de madera, y pese al alto precio de los productos para efectuar sus piezas y la rapidez con la que fue organizada la feria, él tiene muchas expectativas y fe de que lograran vender, por lo que invitó a todos los barquisimetanos a participar en esta feria, que se extenderá hasta el 3 de septiembre.