El presidente estadounidense Donald Trump volvió a golpear a su homólogo venezolano Nicolás Maduro al imponer sanciones financieras que complicarán la emisión de deuda por parte de Venezuela, país asfixiado por una severa crisis económica.
El decreto de la Casa Blanca, divulgado el viernes, «prohíbe transar nueva deuda emitida por el gobierno de Venezuela y su empresa petrolera estatal», Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Se trata de las primeras sanciones de Washington contra Venezuela en su conjunto, pues las anteriores fueron contra Maduro y algunos de sus colaboradores, a los que acusa de quebrantar la democracia, propiciar la corrupción o violar derechos humanos.
«Estas medidas están cuidadosamente calibradas para negar a la dictadura de Maduro una fuente crucial de financiamiento para mantener su mandato ilegítimo», aseveró la Casa Blanca.
Pero Maduro consideró «una locura» las sanciones y convocó a las empresas estadounidenses que compran petróleo venezolano a una reunión urgente en Caracas para analizar las consecuencias.
¿Cómo afectarán las sanciones al gobierno de Maduro y a los venezolanos?
Gobierno «acorralado»
El economista Rafael Quiroz, experto en petróleo, considera que la decisión afectará la situación financiera y «el flujo de caja» del gobierno y de PDVSA.
«Si Venezuela decide emitir una nueva deuda no puede contar con ninguna empresa norteamericana o de otro país que tenga actividades financieras en Estados Unidos (…). Va a presionar mucho al gobierno, que va a sentirse mucho más acorralado», dijo a la AFP.
La caída de los precios del petróleo desde 2014 ha afectado severamente a Venezuela, que obtiene del crudo 96% de sus ingresos en divisas.
«Vamos a disponer de menos divisas para importar alimentos y medicinas. La escasez aumentará», afirmó Quiroz.
La dura crisis económica que asfixia a los venezolanos se caracteriza por el desabastecimiento de alimentos y medicinas y una severa inflación que podría cerrar este año en 720%, según el FMI.
La deuda venezolana está estimada en más de 100.000 millones de dólares, mientras sus reservas internacionales se han reducido a 10.000 millones, la mayoría en lingotes de oro.
El economista Luis Gavazut, de línea chavista, coincide en que las sanciones -que considera parte de una «guerra económica» para derrocar a Maduro- afectarán el flujo de caja de Venezuela.
«Los problemas de flujo de caja cualquier entidad económica los soluciona con deuda. Entonces (Estados Unidos) le cierra las posibilidades de financiamiento a la economía venezolana», indicó en entrevista a la televisora estatal VTV.
Efecto limitado
Pero el economista Henkel García, director de la firma Econométrica, señaló que el efecto de estas sanciones será «limitado».
«Se prohíbe un nuevo financiamiento, lo que complicaría la emisión de nueva deuda, pero la deuda vieja se puede seguir transando», dijo a la AFP.
«El problema crecería si Estados Unidos toma alguna medida sobre las exportaciones de Venezuela a ese país», indicó.
Washington compra 800.000 barriles diarios de petróleo a Venezuela, 42% de los 1,9 millones que produce.
La agencia de calificación financiera SP Global Ratings advirtió en julio sobre el riesgo de impagos debido al deterioro de las condiciones económicas y el aumento de las tensiones políticas en Venezuela.
Entre octubre y noviembre, Venezuela y PDVSA deberán pagar unos 3.800 millones de dólares en vencimientos de bonos.
David Smilde, experto en Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), concuerda en que sanciones más amplias tendrían impacto en la población.
«En el largo plazo puede ser, porque el modelo económico no es sostenible. Necesita emitir deuda para financiarse y eso se va a complicar con estas sanciones.», destacó.
«Estas últimas medidas son interesantes porque no afectan las transacciones petroleras y comerciales, pero complican la capacidad del gobierno de Maduro de endeudar a Venezuela», señaló.
¿Qué hacer?
Para Jason Marczak, del centro de estudios latinoamericanos del Atlantic Council, grave sería agregar a PDVSA al listado de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC), lo cual bloquearía todos sus fondos y propiedades bajo jurisdicción de Estados Unidos.
Hasta ahora, las sanciones buscan «obligar al gobierno a cambiar su posición y respetar la Constitución y las bases de la democracia», no a agudizar la crisis humanitaria, como afirma Maduro, dijo.
«Para Estados Unidos, ésta es claramente una de las prioridades y creo que seguirá presionando», concluyó.
Gavazut, en cambio, opinó que Venezuela superará los obstáculos buscando opciones de financiamiento en Asia y Europa.
«Habrá que desarrollar canales y relaciones financieras con el mundo euroasiático», dijo.
Sin embargo, García ve difícil encontrar clientes que compren deuda venezolana en otros lugares.
«No será sencillo, porque no se podrá emitir desde Estados Unidos, que es un mercado central», dijo.