La frase alude al esfuerzo aparentemente inútil por tratar de indagar y reflexionar acerca de algo conocido de sobra, que es obvio. En el lenguaje coloquial puede considerarse una verdad de Perogrullo. Su uso está muy generalizado en el campo de la Metodología de la Investigación, a manera de alerta, por quienes se anclan en la falsa creencia de que todo está dicho. No obstante, nos llama la atención la afirmación del célebre científico inglés, Isaac Newton, al señalar que nada es tan difícil como descubrir lo obvio.
Cuando muchos dan por descontado que secularmente la lucha por conseguir la Paz y dejar atrás los perversos efectos de la Guerra, se concretará en avances significativos, al final se constata lo contrario. El resurgimiento del terrorismo, la violencia y el fundamentalismo es patético.
El temor por descubrir el agua tibia puede conducir al refuerzo de otro mecanismo perverso en la lucha política: el autoengaño. Por esta vía, las estrategias que elabora la dirigencia terminan divorciadas de la realidad y la sumatoria de los objetivos no alcanzados promueve el desaliento, el desencanto y el descreimiento.
Después de 138 días de resistencia, y de más de 130 víctimas, (saldo en vidas), el ambiente se despejó, las “guarimbas” desaparecieron, las barricadas se levantaron, como por arte de magia. ¿Qué pasó? La desmovilización fue casi total. De repente, las calles se enfriaron con la inscripción de los candidatos de la oposición para elecciones de gobernadores, luego del 30 J.
En la búsqueda de lo obvio, hasta ahora surgen tres consideraciones, de forma las dos primeras y de fondo, la última: una, las explicaciones de los analistas y expertos en el tema político, comprometidos con la oposición, y la propia dirigencia partidista, evaden la autocrítica. Dos: se pasa la página y sobrevienen las justificaciones para participar en las elecciones. Tres: ¿La solución fue el anuncio de los comicios? Cuestión que se refuerza positivamente con el rechazo a la violencia y a la represión; además de la apuesta por el diálogo; según la opinión de más del 80% de la población revelada en las encuestas.
Las elecciones como mecanismo clave del sistema democrático hacia su perfectibilidad, en procura de dirimir las diferencias por la vía pacífica, algo tan obvio y que haya sido colocado al margen de nuestra práctica política. ¡Increíble¡
Lo paradójico e interesante es que ahora la oposición argumenta que vamos a elecciones de gobernadores para demostrarle al mundo que se combate a la dictadura en todos sus terrenos, por un lado; mientras que el gobierno, luego de contar con una Asamblea Nacional bajo su control absoluto sin lograr que el modelo económico funcionase, anuncia la solución a la crisis con la Asamblea Nacional Constituyente, pero sin debatir aun acerca del Socialismo Burocrático.
Descubriendo el agua tibia, pareciese que un acuerdo institucional hacia el 2018 pasa por un cronograma de elecciones, incluyendo el referéndum por la Constitución que se redacte. El gobierno deberá sortear la crisis si aspira mantenerse en el poder. Es tiempo de insistir en una narrativa política alrededor de la Paz que exorcice al fantasma de la guerra civil que nos asedia.
