En el paseo Juan Guillermo Iribarren -ubicado al este de la ciudad- fue robada una llave de dos pulgadas que bloqueaba el paso del agua hacia la fuente principal de la plaza, la cual había dejado de funcionar hace algunos años por falta de mantenimiento, por lo que había dejado de ser existente el flujo constante de agua en la zona.
Se conoció por el ingeniero Joel Lucena, gerente ambiental de Emica, que el robo de la llave se produjo en horas de la noche del miércoles. Se estima que fueron más de 14 horas en la que la tubería de alta presión se mantuvo expulsando aguas blancas. Lucena informó que la llave era galvanizada y que podría poseer algunos gramos de cobre o bronce, lo que incitó a los delincuentes a efectuar el robo y afectar un patrimonio del municipio Iribarren.
En consideración del ingeniero, no solo el material es altamente demandado en el mercado, sino como tal la misma llave, la cual puede ser vendida hasta en 500.000 bolívares.
En horas de la mañana del jueves se desplegó personal de Imaubar, Emica y Pegarca a solventar el bote de agua, que causó más de una queja en los vecinos de la zona que veían con dolor como se perdía allí el agua, mientras a ellos no les llegaba el líquido vital por las tuberías. En el sitio se podía ver cómo fue dañada la tanquilla para robarse la llave.
Igualmente la cantidad de agua que de allí salía llenó por completo la fuente de la plaza. El agua se desbordó, y siguió su curso calle abajo, a lo largo de más de cinco cuadras en la avenida Críspulo Benítez.
Por su parte, David Deiner, obrero de la empresa Pegarca, comentó que era primera vez que ocurría un robo de ese tipo en la plaza, aunque en los últimos días se ha convertido en algo frecuente en toda la ciudad.
“En todas parte se están robando los medidores. Roban cualquier elemento que posea metales, para venderlos luego en el mercado. Hoy teníamos planificado atender una urbanización en el centro de la ciudad, pero a primera hora nos llamaron para acá porque teníamos que atender con urgencia esta situación”, expresó.
Deiner agregó que cada segundo –aproximadamente- se perdieron 50 litros de agua. Es decir que en las 14 horas que presuntamente se mantuvo abierta la tubería, se desperdiciaron más de dos millones de litros de agua.
Ante esto, las instituciones hicieron un llamado a tomar consciencia para que cese este tipo de robos, por ser un delito que no solo se traduce en la pérdida de un objeto, sino en el daño al patrimonio y el desperdicio de un servicio necesario y vital para toda la ciudadanía.
“El secreto está en denunciar. Cualquier persona que vea en su comunidad que se están robando sus medidores, cables, tuberías o cualquier otra cosa, debe comunicarlo. Y no solo a 0-800-Hidrolara porque jamás contestarán, sino a todos los organismos de seguridad, porque es un problema que nos compete a todos”.
