Alfredo Ramos está siendo torturado sicológicamente por el Gobierno, ya que en un primer momento fue aislado en un baño, donde dormía en una silla, y posteriormente fue trasladado a El Helicoide, para quedar totalmente incomunicado y dejado sin tratamiento médico, prácticamente sin alimentación y perdiendo peso todos los días.
Al hacer la denuncia el profesor Humberto Agudo, dirigente regional de la Causa R, precisó que la esposa del alcalde de Iribarren, Carmen de Ramos, lo pudo ver, apenas una hora, después de 26 días de haber sido apresado en su despacho de la alcaldía por el Sebin.
Al momento en que lo visitó su esposa, Ramos había rebajado doce kilos, aproximadamente, según la apreciación a simple vista de su cónyugue porque Ramos no ha podido ser visto por un médico para que le examine y, además, tampoco le suministran los medicamentos que requiere para la hipertensión, ni permiten que los reciba.
Asimismo impiden que sus abogados puedan visitarlo y mucho menos le dejan ver ni siquiera unos minutos la luz del día, ya que lo tienen encerrado, junto a otras tres personas, en un calabozo conocido como “la pecera”, porque todo su interior es vigilado permanentemente por un sistema de cámaras de video.
Como se encuentra descompensado, su salud se está deteriorando acelerdamente y lo peor del caso es que al no dejar que lo atiendan los médicos, no tiene una evaluación de su salud.
Su situación es totalmente delicada porque, aparte de lo ya expresado, en El Helicoide, cuando su esposa fue a preguntar por él, le dijeron que no aparecía en la lista de detenidos, refirió Agudo. Como insistió ante los funcionarios que Alfredo Ramos se encontraba recluido en ese lugar, afortunadamente la dejaron que entrara a verlo.
Así pudo comprobar las condiciones en que se encuentra, las cuales son infrahumanas toda vez que duerme en una colchoneta. Y en ese espacio hay además un estudiante universitario, supuestamente un banquero y un ex funcionario. El Helicoide se ha convertido en un centro de torturas sicológicas para aproximadamente 600 detenidos por ser disidentes.
Se están violando todos los derechos humanos de esas personas, ya que la poca comida que reciben proviene de la calle y el consumo por persona es muy reducido, motivo por el cual todos los detenidos se están debilitando vertiginosamente.
Esta es una forma de doblegarles sus fuerzas y su voluntad, dijo Agudo. Pero, Alfredo Ramos, se mantiene firme en sus conviciones.