La paradoja entre participar o no en las venideras elecciones regionales no debería existir. Pensar en la política de forma unidimensional, y donde sólo se puede desplegar una acción a la vez, es un error que muchos han cometido a la hora de combatir esta dictadura.
Para responder a problemas complejos, no se pueden buscar soluciones simples. Enfrentamos un sistema de gobierno inédito, donde se mezcla una legitimidad de origen por voto popular, un ejercicio autoritario del poder, y una “Constituyente” fraudulenta que se instaló violando la universalidad del voto. Frente a ese panorama la lucha debe ser desplegada en varios frentes, incluido obligatoriamente el electoral.
Abandonar el camino electoral es desaprovechar el mayor capital con el que cuanta la alternativa democrática, la voluntad de cambio de millones de venezolanos que constituimos una mayoría sólida. Debemos aprovechar todos los espacios que podamos recuperar y devolverles el carácter institucional que jamás debieron perder.
Rescatar los gobiernos regionales es un paso importante que nos llevará a desplazar la tiranía imperante. La estrategia de tomar el poder de la periferia al centro, no sería la primera vez que se utiliza, el mismo Bolívar en su regreso en 1817 tuvo que concentrar sus fuerzas en el sur del país, para muchos fue cobardía por parte del Libertador no buscar un enfrentamiento directo con las tropas de Morillo, pero la historia demostró que afianzarse en el sur y de allí retomar fuerzas para conquistar Caracas fue lo correcto.
El gobierno no hace estas elecciones de buena gana, ha evitado durante dos años cualquier consulta que refleje su falta de apoyo popular, pero la presión internacional, a la cual está sometido, lo obliga a tomar esta ruta. Esa coyuntura debemos aprovecharla para lograr dos objetivos bien claros.
Lo primero que debemos lograr es demostrar que la mayoría de este país quiere un cambio. ¿Cómo podría explicar el gobierno que obtuvo 8 millones de votos en la Constituyente y 3 meses después recibe una contundente derrota? Otro objetivo, y no menor, es tener un espacio de gobierno donde se le pueda dar solución a los problemas de la gente, después de todo esta lucha no es por el poder, es por la vida de millones de venezolanos que sufren día a día. Por ello, nuestra visión debe estar enmarcada en defender, a capa y espada, estas elecciones regionales, porque tenemos todas las herramientas para recuperar el Zulia y Venezuela, y con ello continuar la gesta libertadora por un cambio justo y necesario.