Hecha un manojo de nervios, Cruz madrugó este miércoles para ir a la embajada de Panamá en Caracas, adonde decenas de venezolanos acudieron un día después de que el presidente panameño, Juan Carlos Varela, anunciara que su gobierno les exigirá visado.
«Me puse muy nerviosa. Iba a ir en noviembre, pero voy a tener que adelantar mi viaje a septiembre», dijo a la AFP Cruz González, de 55 años, quien desea visitar a su hija, que emigró en 2016 harta de la crisis venezolana.
El martes, Varela informó que a partir del 1 de octubre los venezolanos que quieran ingresar a Panamá deberán tener visado, disposición que mantendrá hasta que se restablezca «el orden democrático» en Venezuela.
El gobierno de Nicolás Maduro recibió «con indignación» lo que calificó de «medida anti-integracionista» y aseguró que actuará «con reciprocidad», según el canciller Jorge Arreaza.
Panamá integra un grupo de países latinoamericanos que rechaza la Asamblea Constituyente que impulsó Maduro y que rige Venezuela con poderes absolutos, por considerar que lesiona la democracia.
Pero Jennifer Terán, estudiante universitaria de 23 años y crítica a Maduro, cree que la medida «más que perjudicar al gobierno, afecta a los venezolanos que quieren salir a emprender».
Jennifer también evalúa adelantar su viaje, aunque está a punto de graduarse como licenciada en turismo.
«Panamá no está cerrando sus puertas, sino imponiendo un control de entrada. El 99,9% de los venezolanos que viajan son gente buena, pero algunos que entraron cometieron errores», aseguró a la AFP una fuente diplomática, que pidió reserva de su nombre.
Incertidumbre
Cruz y Jennifer querían informarse sobre los requisitos para la visa, pero deberán esperar.
De acuerdo con la fuente diplomática, el embajador Miguel Mejía viajará el fin de semana a Panamá para reunirse con funcionarios de la Cancillería y determinar los pasos a seguir.
El ministerio de Exteriores panameño adelantó que las visas tendrán un costo de 50 dólares, equivalentes a más de la mitad de un ingreso mínimo mensual en Venezuela, según la tasa oficial más alta, y a más de tres según la cotización del mercado negro.
Entre los requisitos para el visado a Panamá se cuentan pasaje ida y vuelta, reservación de hotel o carta de invitación de familiares o amigos, y una constancia de solvencia económica que avale un mínimo de 500 dólares.
Podrán ingresar sin ese documento venezolanos que tengan visa estadounidense, canadiense, australiana o japonesa.
Creciente diáspora
La crisis, con severa escasez de alimentos y medicinas y una inflación proyectada en 720% por el FMI para 2017, ha empujado a millares de venezolanos a emigrar.
Según el investigador Iván de la Vega, más de 1,5 millones de venezolanos, sobre una población de 30 millones, residen en el exterior. En los años 1990 apenas eran 30.000.
«Acá nos pasábamos haciendo colas (para comprar comida) y a veces salías sin nada», cuenta Cruz sobre las razones que llevaron a su hija a mudarse a Panamá, donde trabaja como mesera pese a tener título universitario.
Unos 60.000 venezolanos han llegado a Panamá en los últimos seis años, según Varela.
Panamá es además un punto de tránsito clave para Venezuela. Allí hacen escala gran parte de los vuelos desde y hacia el país, cada vez menos frecuentes por el éxodo masivo de aerolíneas.