Una célula extremista del noreste de España preparaba explosivos para un imán que planeaba hacerse estallar en un monumento de Barcelona, dijo el martes a un juez uno de los sospechosos de los ataques en los que murieron 15 personas en la zona de Barcelona, de acuerdo con un funcionario judicial.
El sospechoso, Mohamed Houli Chemlal, de 21 años, fue uno de los cuatro hombres que compareció el martes ante la Audiencia Nacional de Madrid para testificar sobre la célula extremista islámica que la semana pasada atacó a peatones en Barcelona y en la localidad costera de Cambrils.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andréu emitirá un fallo el martes a la solicitud de la fiscalía de enviar a los cuatro detenidos a prisión sin derecho a fianza debido a las acusaciones preliminares de pertenecer a una organización terrorista, homicidio, causar estragos y manejo de explosivos.
Un funcionario judicial español dijo que Houli Chemlal y el sospechoso Driss Oukabir, de 28 años, identificaron al imán Abdelbaki Es Satty, como el ideólogo del grupo de 12 personas.
Oukabir y los otros dos sospechosos sobrevivientes que testificaron el martes, Mohamed Aalla y Sahal El Karib, negaron pertenecer a la célula, dijo el funcionario de la corte, quien no estaba autorizado a hablar sobre un caso abierto y solicitó el anonimato.
Los otros ocho miembros de la agrupación fueron muertos por la policía – cinco murieron a tiros el viernes y uno más el lunes después de una intensa búsqueda – o murieron accidentalmente, como Es Satty y otro hombre, mientras preparaban explosivos en una vivienda ubicada en la localidad costera de Alcanar, en el sur de Barcelona.
Es Satty predicaba en una mezquita de la localidad de Ripoll, en el noreste del país, donde vivían los 12 miembros acusados por la policía de pertenecer al grupo. Las autoridades identificaron sus restos entre los escombros de la explosión registrada el 16 de agosto, que destruyó la vivienda en Alcanar.
En la casa, la policía encontró más de 100 tanques de gas butano y materiales para la fabricación de TATP, un explosivo utilizado con frecuencia en los ataques realizados por miembros del grupo Estado Islámico. La organización se atribuyó ambos atentados contra peatones, uno el jueves con una vagoneta que arrolló personas en el famoso paseo de Las Ramblas, Barcelona, y otro la madrugada del viernes en Cambrils. Los ataques y la sangrienta fuga, en la que un hombre fue apuñalado a muerte, dejaron 15 personas muertas y más de 120 heridas.
Houli Chemlal, el único sobreviviente del estallido en Alcanar, dijo el martes a la corte que la única razón por la que está con vida es debido a que se encontraba en la planta baja de la casa lavando platos después de cenar. Presentó testimonio postrado en una silla de ruedas y sin levantar la mirada del piso, según el funcionario de la corte. Ha estado hospitalizado y bajo guardia desde que fue arrestado el jueves.
El segundo sospechoso interrogado, Oukabir, testificó que fue él quien alquiló las vagonetas utilizadas en los atentados, pero pensó que serían utilizadas para una mudanza. Su hermano, Moussa, fue uno de los cinco extremistas que fueron abatidos a disparos el viernes por la policía de Cambrils.
Según otra persona que asistió al interrogatorio del martes, Oukabir dijo a los fiscales que su primera versión de los hechos – diciéndole a la policía que su hermano le robó sus documentos – fue algo que dijo por miedo. La persona discutió lo ocurrido en la audiencia bajo condición de anonimato.
