Su padre cree que fue un crimen pasional. Él y ella normalmente discutían, llegaban a causarse algunas heridas físicamente –rasguños o moretones- y luego actuaban como si nada hubiese pasado. Sin embargo, la mañana de este domingo, entró en escena un arma de fuego y la rutinaria pelea culminó en muerte.
La víctima fatal fue identificada como Carlos Eduardo Oropeza Gutiérrez, de 21 años de edad. El hecho se suscitó en la calle 5 del barrio El Milagro II de Sarare, municipio Simón Planas del estado Lara.
Este joven subsistía vendiendo perros calientes en un puesto que tenía en su comunidad.
Contó el padre del hoy occiso que Carlos Eduardo era una persona trabajadora, que no tenía problema con las autoridades y que hace un tiempo trabajó para una cosechadora de madera.
Era el segundo de nueve hermanos.
Lo buscó en el puesto de trabajo
“Eso fue un problema pasional. Ellos se habían dejado. Ayer –domingo- él estaba en su puesto –de trabajo- haciendo unas cosas cuando ella llegó. Ahí se involucraron y se fueron para casa de una tía de él, como a cinco cuadras. Había gente adentro pero después los dejaron solos.
Ahí los vieron comenzar discutir y, al rato, escucharon el disparo. Lamentablemente fue mi hijo; aunque no sabemos si fue él mismo que se dio o fue la mujer, ya eso lo determinarán los funcionarios”, relató el padre del hoy difunto, Carlos Argenis Oropeza.
La herida mortal fue en la región parietal izquierda, con salida en la región temporal derecha.
Sobre la presunta homicida, el progenitor de Carlos Eduardo contó que casi inmediatamente fue apresada por funcionarios de la Policía del estado Lara, quienes la mantuvieron en el centro de Coordinación Policial de Simón Planas, en Sarare.
Después la mujer fue entregada al Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) del estado Lara, para finalmente recobrar su libertad –la noche del domingo- tras un interrogatorio.
Ella aún no rinde cuentas a la familia de Oropeza Gutiérrez.