El dirigente venezolano Henrique Capriles atribuyó al gobierno y a las pugnas en la oposición las denuncias de que su campaña a la presidencia en 2012 habría recibido dinero del grupo brasileño Odebrecht.
Capriles dijo que la acusación viene del gobierno para desviar la atención sobre su propia responsabilidad en el escándalo por el pago de sobornos a cambio de contratos-, pero también de opositores.
«Viene del lado del gobierno (…) y por el lado de unos que se dicen de oposición, que siempre han creído que la manera de abrirse paso, de construir su liderazgo es sobre la base de acabar con el liderazgo de otros», señaló el gobernador del estado Miranda por Periscope.
Figura central de la política venezolana, el líder opositor evitó dar nombres, pero subrayó que la intención de las denuncias en su contra es desprestigiarlo y utilizarlo como «chivo expiatorio».
«No tengo ni defiendo grupos económicos, ni tengo que pagarle la factura a nadie, ni me dice ningún medio de comunicación lo que yo tengo que decir o lo que tengo que hacer. Eso es lo que hay detrás, siempre lo ha habido, no es nuevo», insistió.
Medios venezolanos reflotaron en los últimos días una versión del diario brasileño Valor, de mayo pasado, según la cual Odebrecht habría entregado dinero ilegalmente a la campaña de Capriles en 2012, en la cual resultó ganador Hugo Chávez (1999-2013).
Según la publicación, el exdirector de Odebrecht en Caracas, Euzenando Azevedo, «contó en su colaboración premiada (a la justicia) que transfirió dinero -sin detallar montos- por fuera de la contabilidad oficial a Capriles para ayudarlo en la campaña, como una forma de no poner todos los huevos de la empresa en una sola canasta».
«Jamás he firmado ni he tenido ninguna relación con la empresa brasileña Odebrecht. Quienes pueden hablar de Odebrecht son los señores que están en el gobierno», sostuvo el político este lunes.
Capriles ya había sido vinculado con Odebrecht en febrero pasado, cuando un político oficialista lo denunció ante la Fiscalía por presuntamente haber recibido tres millones de dólares del gigante de la construcción. El dirigente negó los cargos.