El papa Francisco pidió el domingo el final de la «violencia inhumana» que ha golpeado a inocentes en Burkina Faso, España y Finlandia en los últimos días.
Francisco lideró a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro en su plegaria del mediodía en memoria de las víctimas, y dijo que el mundo lleva en su corazón «el dolor de estos ataques terroristas».
El pontífice pidió a Dios que «libere al mundo de esta violencia inhumana».
Dieciocho personas murieron hace una semana en la capital de Burkina Faso cuando los extremistas islámicos abatieron a los clientes de un popular restaurante. En España, 14 personas murieron y más de 120 resultaron heridas cuando miembros de una célula extremista embistieron con vehículos a los peatones en Barcelona y en una localidad turística cercana.
El viernes, en Finlandia, un solicitante de asilo marroquí de 18 años mató a dos personas e hirió a siete con un arma blanca.