Definitivamente el mal llamado Instituto Nacional de Parques, en Venezuela parece no estar cumpliendo las funciones para las que fué creado, lo que puede ser constatado con los sitios de reunión a su cargo, abandonados en sectores rurales.
Uno de ellos es el parque-balneario Las Veritas, a poca distancia de Arenales y del embalse de Atarigua, que desde hace varios años está vedado para las familias que antes le visitaban.
Se trata de un complejo de instalaciones adecuadas para que grupos familiares pudieran pasar horas al lado de la naturaleza, incluso disfrutando de las aguas del río Tocuyo, provenientes de la represa.
“Eso lo están desmantelando todo; de noche vemos salir un camión, al parecer cargado con vigas de los techos del cafetín y de las casitas donde la gente se reunía y hacía las comidas”, manifestó uno de los vecinos.
En efecto, todas las estructuras han sido afectadas por actos vandálicos y hasta consideran milagroso que no hayan cargado con las tejas para venderlas en sitios poblados, tomando en cuenta los altos precios que esos artículos tienen en la actualidad.
Hasta hace algunos años era alta la cantidad de familias que los fines de semanas se reunían en el parque de Las Veritas, pero, de pronto, el Instituto Nacional de Parques se olvidó de su existencia y ni siquiera las autoridades del organismo en Lara se preocupaban por su mantenimiento, dando paso a grupos de antisociales que lo tomaban en las noches para todo tipo de actos irregulares, en especial el consumo de estupefacientes.
Primero comenzaron por destruir la cerca que le protegía de alguna manera, pero luego de destruida esta, la entrada de personas quedó libre y comenzó el desmantelamiento, que ha continuado gracias a la nula vigilanci.
Los habitantes de Las Veritas han hecho llamados a Inparques para que recupere ese balneario como otro polo turístico del estado Lara, y del municipio Torres en particular, antes de que desaparezca definitivamente.