¿Ganó el gobierno? Las tinieblas en torno a un inocultable rechazo a la ANC, sus muertes, la abstención, aunado a la inconstitucionalidad transversal durante todo su proceso asegura que, por primera vez, quien gana unas pretendidas elecciones obtiene una gran derrota. La minimizada celebración en la pequeña Plaza Bolívar de Caracas, atiborrada de agentes de seguridad y un pequeño grupo de personas encapsuladas, dan fe de la amargura.
La “Constituyente” no se ha dado, en 1999 duró los seis meses que planeó quien tuvo su iniciativa (Chávez), la convocatoria, la elección de sus integrantes y posterior aprobación fueron a través de elecciones universales, directas y secretas, sin segmentar, ni acomodar el REP. Lo que el domingo 30 de julio se celebró fue estrictamente un acto del gobierno para el gobierno, donde sus oxidadas figuras fueron quienes se alzaron triunfantes… apenas comienza este apesadumbrado proceso “constituyente”.
Ya pasó el prime time, ahora el pueblo exige soluciones reales al vía crucis de su sobrevivencia. Lamentablemente el gobierno prioriza suplantar la Asamblea Nacional para que quienes han gobernado por 18 años ocupen los curules que el pueblo en 2015 les quitó, repetimos, en elecciones universales, directas y secretas… sin segmentación, ni acomodo. También era prioritario para el gobierno sustituir a la fiscal general, a fin de defender el mismo sistema judicial de estos 18 años. También es premura gubernamental aprobar recursos sin control para que continúen siendo gastados ¡sí! por los mismos administradores de estos luengos 18 años. ¿Se acuerdan de Einstein? El aseveró: “Locura es hacer la misma cosa esperando obtener resultados diferentes”.
Ahora bien, esta “constituyente” atornilla sin caducidad a los mismos personajes que han conducido la nación por casi dos décadas, pero con la cavernicolaridad del poder ilimitado. Han dicho que harán constituciones leyes y políticas públicas que en estos 18 años han distorsionado nuestra economía, política y sociedad en su conjunto: controles, racionamientos y condicionantes. En conclusión, al instalarse esta Asamblea Nacional Constituyente no hay nada nuevo: controlarán los controles, racionarán los racionamientos y condicionarán los condicionantes.
Tratarán desviar la atención con las regionales, supeditándolas a un diálogo forzado, buscando excluir la oposición. Vendrán destituciones, encarcelamientos, prohibiciones, imposiciones y mayor represión, pero el pueblo no soporta más circo, quiere solución a sus dramáticos padecimientos. Además, la comunidad internacional finalmente volteó su mirada hacia Venezuela, se encuentra atenta, dispuesta sancionar lo que nuestras instituciones no sancionan, frenar la impunidad incubada.
Es importante saber que las protestas no están en punto final, están en punto suspensivo. Mismas fórmulas, mismos actores, esta vez, sin recursos ni apoyo popular, hicieron de la “constituyente” una jugada gubernamental tan desesperada como suicida.