Para recordar: “Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpado de todos” (Santiago 2:10).
La matemática humana es una ciencia exacta. Y si decimos 10–1= 9, es correcto. Pero, la matemática divina es diferente, porque según texto inicial, diez menos uno es cero.
Según la Biblia, Dios nos dio Diez Mandamientos (ver Éxodo 20), como: No tendrás otros dioses; no hacer, ni adorar imágenes de ninguna clase; no nombrar a Dios en vano; debemos acordarnos del día sábado para santificarlo; honrar a nuestros padres; no matar; no cometer adulterio; no robar; no decir falso testimonio; no codiciar nada de nuestro prójimo.
Entonces, si no matamos, pero mentimos o robamos, nos hacemos culpable de todos los mandamientos. Es evidente, que sin Ley no habría pecado y por ello E. White, hablando de Gálatas 3:24, dijo: “La Ley nos revela el pecado y nos hace sentir la necesidad de Cristo, y de acudir a él en procura de perdón…” (Mensajes Selectos, t.1, cap. 31).
De alguna forma, todos hemos sentido los efectos del “proceso eleccionario” del 30J, en pro de la Constituyente. Según las autoridades, votaron poco más de “8 millones de personas”. Luego la compañía Smartmatic dijo que fueron 7 millones. Si nuestras autoridades no dicen la verdad, tampoco han probado, discriminado esos 8 millones, y de no ser cierto, la matemática divina, que no la aplicamos nosotros, les viene dando cero.
En datos tomados el 08/08/17, de la propia página oficial del CNE, encontramos que el padrón electoral 2017, para dichas elecciones, tenía 19.805.002 votantes. (registronacional.com/venezuela/padron_electoral.htm).
En ese orden, los gobernantes dicen que la “mayoría” del pueblo votó por la Constituyente, pero si dividimos la mitad del Padrón Electoral, nos viene dando 9.902.501 votantes, y según la matemática, lo cual no es nuestro fuerte, siempre la mayoría es la mitad más uno, entonces 8 millones no es esa mayoría y quedaron sin votar 11.725.002.
Suponiendo que fueran “mayoría”, Guell Barceló y otros (2008), en la página web acfilosofia.org, bajo la pregunta ¿Siempre tiene la razón la mayoría? Escribieron lo siguiente: “Los críticos al sistema democrático arguyen que el poder en manos de la mayoría es un peligro, porque quizás esta mayoría no sabe qué es lo mejor para la comunidad”. También argumentan que “la democracia corre el riesgo de anular las opiniones minoritarias al denegarles un valor útil para la sociedad”.
Aunque la mayoría no siempre tienen la razón, hay excepciones a la hora de recibir consejos, tomar decisiones. La Biblia dice: “Donde no hay consejo, el pueblo cae, mas en la multitud de consejeros hay seguridad (Proverbios 11:14).
En ese sentido, organismos internacionales, organizaciones religiosas, países en diferentes latitudes e importantes personalidades, que representan unas tres mil millones de personas (mayoría), le están enviando mensajes a “8 millones” (minoría) para que haya una rectificación en Venezuela y de pronto, están evitando que se aplique la matemática divina a nuestras autoridades y sus seguidores, y por qué no, a nosotros también. Pero, ¿por qué no rectifican? ¿Cómo está nuestra matemática espiritual? ¡Dios no quiere “que nadie se pierda”! Por ello, no debemos olvidar que nuestra cuenta es con el Todopoderoso.