Un lunes por la mañana, dos muchachas que no superan los 20 años de edad acuden a la dirección del voluntariado de la Cruz Roja en Patarata. Quieren sumarse al equipo que en los últimos meses han visto diariamente en la calle, atendiendo a los heridos en el marco de las protestas que se realizan en todo el país.
Reciben los requisitos y salen sonrientes del lugar. La escena es bastante común, cada día son más las personas que quieren sumarse al voluntariado, que ya tiene 45 años prestando asistencia humanitaria “sin mirar a quien”.
Graciela Rojas, directora del voluntariado, resaltó “la ayuda va para todos por igual, atendemos a los civiles heridos en las alteraciones al orden público, pero también atendemos a los funcionarios militares lesionados” resalta, pues se trata de una organización imparcial, neutral e independiente.
Que aunque son términos similares, no significan lo mismo, la imparcialidad es atender a quien sea sin que importe identidad, nacionalidad, raza, profesión, religión o tendencia política y la neutralidad del voluntario de la Cruz Roja radica en que no se puede inmiscuir en el conflicto, no puede ser mediador y tampoco puede opinar. Todo esto por normas internacionales que así lo decretan.
Entre abril y julio, los voluntarios de la Cruz Roja asistieron a 400 personas.
La voluntad por cooperar a la sociedad es innata, viene de una conciencia solidaria natural, que no sólo está despierta en profesionales de la salud, sino en cualquier persona, de cualquier profesión o sin ella.
Los hay de todas las edades, desde muy jóvenes hasta personas mayores agrupados en diferentes programas para abarcar mayor atención social.
La Cruz Roja cuenta con siete direcciones. Cuando una persona pide sumarse al equipo, se les instruye sobre la tarea de cada una de ellas:
-Dirección de Socorro: esta unidad está preparada para la atención de primeros auxilios, respuesta en desastres, recuperación de desastre, planes de emergencia, gestión del riesgo en las comunidades entre otros.
-Dirección de Juventud: en esta dirección trabajan los voluntarios para trasladar conocimientos a instituciones educativas públicas y privadas, en programas de salud, educación sexual, atención sanitaria, curso ilícito de drogas.
-Dirección de Migraciones: encargada de la asesoría y atención de los migrantes en Venezuela, en cuanto a sus derechos, deberes y atención a sus necesidades.
-Búsqueda RCF (restablecimiento contacto familiar): encargada en tiempos de guerra a ubicar a las personas desaparecidas y en tiempos de paz, a restablecer contacto familiar pasado el conflicto.
-Dirección de Difusión: encargada de difundir el derecho humanitario y el trabajo de la Cruz Roja.
-Dirección de Salud: bajo su tutela están los dos ambulatorios de la Cruz Roja, el de Patarata “Dr. Nelson García García” y el de El Trigal en el municipio Palavecino, además de las jornadas de salud en las comunidades.
-Dirección de Voluntariado: es la encargada de la selección del voluntario, registrarlo, asegurarlo y la vigilancia de su labor.
Pedro Emilio Díaz, presidente del Comité Ejecutivo de la Cruz Roja-Seccional Lara, manifiesta que actualmente Lara cuenta con 500 registrados entre activos y en reserva, disponibles para activarse en casos de emergencia.
“Nosotros internamente decimos que la tragedia de Vargas marcó un antes y un después en la Cruz Roja en el país. Se cometieron muchos errores y sucedieron cosas que se nos escaparon de las manos, después de eso, nuestro nivel de capacidad de respuesta aumentó, para eso nos preparamos todos los días” explica Díaz.
En las escuelas del municipio Iribarren, la Cruz Roja conformó las “bodegas virtuales” que son reservas clasificadas de alimentos que cada institución aportará en casos de requerirse por catástrofes naturales o alguna otra emergencia. “Por ejemplo, sabemos que si pasa algo, el Colegio María Auxiliadora aportaría 2.200 botellas de agua de 1,5 litros cada una” dice Leonar Yaraure, director de Juventud.
Hasta ahora tienen 48 bodegas virtuales en Lara.
Cuando ocurrió el terremoto en Haití en el año 2010, estas bodegas se activaron y lograron enviar 12 toneladas entre agua y productos no perecederos.
La capacitación de los voluntarios es constante y aunque por su labor no cobran ni un centavo, la mayoría de ellos haría toda una carrera de voluntariado si se contaran sus horas de servicio.
“Si la gente supiera la satisfacción que uno siente al salvarle la vida a alguien y ser útil para la sociedad, no dudaría en ponerse al servicio de los demás, eso no tiene comparación”.