Taylor Swift testificó el jueves que un exlocutor de radio le metió la mano bajo la falda e intencionalmente le agarró el trasero mientras se tomaban una foto durante un encuentro con fans en 2013 antes de un concierto en Denver.
“Él se mantuvo aferrado a mi nalga desnuda mientras yo trataba de alejarme de él”, declaró la estrella pop en un tribunal federal durante un juicio por la demanda que radicó la cantante.
Pese a que estaba estupefacta, Swift dijo que no le dijo nada al locutor, David Mueller, porque no quería que los fans congregados se enterasen y tampoco quiso cancelar el evento y decepcionarlos.
Swift dijo que trató de estar lo más lejos posible de Mueller. Declaró que les dijo Mueller y a su novia Shannon Melcher, que también aparece en la foto, “gracias por venir” con un tono monótono cuando éstos se iban.
Mueller demandó a Swift y otros de su equipo argumentando que le costaron su trabajo y busca una compensación por daños de hasta 3 millones de dólares. Swift respondió con su propia demanda argumentando abuso sexual, y pide una compensación simbólica de un dólar.
Swift dijo que un guardia de seguridad que trabaja para ella presenció el manoseo.
Declaró que el guardia, Greg Dent, vio a David Mueller “levantarme la falda” y tocarla pero era imposible que otros hayan visto la mano de Mueller bajo la falda y en su trasero porque estaban posando para la foto con la espalda hacia la pared.
Swift dijo que alguien tendría que haber estado debajo de ella para ver el manoseo “y no teníamos a nadie posicionado ahí”.
Mueller declaró el miércoles que la foto tomada antes del concierto era “rara e incómoda”, pero insistió en que solo tocó las costillas de Swift, no su trasero.
Mueller testificó que tocó la falda de Swift al rodearla con el brazo solo porque sus brazos se habían cruzado: “Mi mano estaba al nivel de las costillas y al parecer descendió”.
El caso es procesado en un tribunal federal bajo una ley que permite procesos cuando las partes viven en distintos estados y la disputa implica una queda por daños superiores a los 75.000 dólares.
Andrea Swift, madre de la cantante, testificó que su hija nunca pidió ninguna acción específica contra Mueller.
También dijo que el incidente cambió su interacción con el público y explicó que las sesiones para que Swift conozca a sus fans son ahora más pequeñas y la interacción con ellos en los conciertos es más limitada.