Culminación del ciclo biológico de siembra, sin insumos ni semillas para labrar la tierra, coloca el futuro alimentario de Venezuela en severas complicaciones. El país caribeño, con variados pisos térmicos, tierra fértil y gran capacidad productiva, podría generar para lo que resta de 2017 y el venidero año, menos del 30% de los requerimientos de consumo nacional. Esto puede ocurrir incluso en rubros en los que la nación fue exportadora.
Aquiles Hopkins, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agrícolas (Fedeagro), comentó que uno de los problemas más graves que enfrenta el país es la escasez y el desabastecimiento de alimentos, área en las cuales Venezuela ha mostrado potencial sostenido, el cual se ha perdido por falta de condiciones. De no hacerse las correcciones debidas la producción seguirá cayendo.
Rubro a rubro, expresó que en el ramo de las hortalizas en 2017, en los andes venezolanos, sólo sembraron el 5% de la superficie disponible, mientras que en el eje Guárico-Sur de Aragua, se labró 10% de la extensión habitual. Allí reside la razón por la cual el kilogramo de cebolla, tomate y pimentón se hallan a precios exorbitantes en el mercado.
Señaló que la producción de hortalizas menguó porque el Gobierno Nacional tiene el monopolio de la distribución de semillas, agroquímicos y fertilizantes, a través de la estatal Agropatria, la expropiada Agroisleña.
Desde hace un año, no se le vende semillas al sector. Desde hace seis meses tampoco se les entrega fertilizante.
Las federaciones de papa recientemente denunciaron que de 28.000 hectáreas disponibles para siembra del rubro en el país, sólo trabajaron 3.000. En los últimos dos años no se ha importado semilla de esta a Venezuela, por lo que sólo se encuentra en el mercado papa de semilla multiplicada y un poco que había quedado de ciclos pasados, adquirida por productores de manera independiente.
Sin fertilización
Del 100% de los requerimientos para el ciclo del café, sólo los dotaron de 1% de insumos. Los cafetales no se fertilizaron y si en 2016 se atendió el 40% del abastecimiento con producción nacional, la cifra será mucho menor para la próxima cosecha.
Similar situación padece la caña de azúcar, sector cuyos productores requerían 90 mil toneladas de fertilizante. Sólo recibieron 1.000 toneladas de este.
En la zafra pasada se atendió el 21% del consumo nacional. Para el periodo que inicia en noviembre, se atendería entonces menos del 20% de la demanda.
Faltarán arroz y maíz
De 150 mil hectáreas planificadas para arroz, sólo se sembraron 60 mil, lo que representa 40% de la demanda.
Asociaciones de Fedeagro presentaron una intención de siembra de maíz de 529 mil hectáreas, con lo cual se abastecería 80% de la demanda nacional. De dicho planteamiento sólo les vendieron 30% de los insumos requeridos, por lo que apenas serán atendidas 160 mil hectáreas.
En 2016 se atendió 25% del consumo de maíz blanco y 35% de amarillo, perspectiva que continuará cayendo, con base en las cifras de producción. Probablemente sólo se coseche 15% de maíz blanco requerido y 30% de amarillo. A Hopkins, así como a demás representantes del sector les llama poderosamente la atención que 10 años atrás Venezuela fue totalmente autoabastecida de arroz blanco y exportó este durante 24 años a Colombia. También se colocó en el mercado internacional café durante 200 años.
“Es lamentable cómo hemos venido cayendo… La vacuna contra la escasez y el desabastecimiento es la recuperación del campo. Debemos trabajar todos unidos”, comentó el presidente de Fedeagro, quien agregó que para eso debe hacer un trabajo de discusión sobre los verdaderos problemas y soluciones.
No es la Asamblea Nacional Constituyente la que enmendará los problemas. No obstante, los actores siguen siendo los mismos y el gremio que labra el campo sigue sin tomarse en cuenta.