La Asamblea Constituyente sesionará este jueves con la participación del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en momentos en que arrecian las denuncias de «persecución» de líderes opositores y el rechazo internacional hacia ese suprapoder.
Dirigentes de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) precisaron en rueda de prensa que 23 alcaldes opositores han sido blanco de la justicia -acusada de servir al oficialismo-, algunos de los cuales están presos, fueron destituidos y están en fuga o en el exilio, y otros tienen procesos pendientes.
La justicia condenó la noche del miércoles a David Smolansky, alcalde de El Hatillo, a 15 meses de cárcel, igual que lo hizo hace dos días con Ramón Muchacho, alcalde de Chacao. Ambos están en fuga y fueron castigados por no impedir bloqueos de vías en protestas en sus municipios, ubicados en el este de Caracas.
La Constituyente, que según Maduro traerá paz y recuperación económica al país, se estrenó el pasado fin de semana destituyendo a la fiscal general, Luisa Ortega, chavista quien se rebeló contra el gobierno.
También creó una «comisión de la verdad», que la oposición llama «tribunal de inquisición».
Maduro asistirá para «ponerse a disposición de la Constituyente» en su sesión en el Palacio Legislativo, anunció la excanciller Delcy Rodríguez, presidenta del poderoso órgano que regirá al país por dos años.
«¿Esta es la paz que dice Maduro? Pero ninguno de nosotros le tiene miedo a la persecución. Posiblemente ahora vayan contra los diputados», aseguró Gerardo Blyde, alcalde del municipio de Baruta, en Caracas, también con un proceso abierto en los tribunales.
Desde la clandestinidad, Smolansky, quien acusó al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de convertirse en un «paredón político», llamó a protestar este jueves en El Hatillo con bloqueos de vías.
«Fueron elegidos por el voto. Y esa Constituyente me quiere eliminar mi derecho de un solo plumazo. No nos calamos (aguantamos) esta dictadura», dijo a la AFP un manifestante en El Hatillo.