Todavía el Gobierno no ha dado a conocer cómo un capitán retirado de la Guardia Nacional, acompañado de un pequeño grupo de individuos, tomó el Fuerte Paramacay asentado en la 41 Brigada Blindada, la más importante del país, la madrugada del domingo.
Es por eso que no logra salir de su asombro el general de División Fernando Ochoa Antich, ex ministro de la Defensa, ex diplomático y profesional del Derecho, cuando habló con EL IMPULSO.
-¿Cómo pudo ocurrir la toma de un fuerte, sorpresivamente, en momentos en que el país está sumido en una profunda crisis política, económica y social, tras cuatro meses de manifestaciones de calle contra el Gobierno?
-Existe poca información porque el gobierno, aparte de no tener credibilidad, siempre está ocultando lo que ocurre en el país.
- Tanto la explicación del ministro de la Defensa como del comandante del Ejército no fueron suficientes.
- Maduro dice que la operación fue realizada por terroristas. Esa no puede ser la palabra.
- Aún no se sabe cómo fue tomado el fuerte más importante del país.
- ¿Cómo estaba constituido el grupo encabezado por un capitán retirado y un grupo de soldados, reservistas?
- ¿Cómo llegaron armados al fuerte los que hicieron la toma?
- ¿Cómo pudieron llegar hasta donde se encontraban 190 fusiles, todas las municiones y granadas, más unos AK-47, tal como ha trascendido en informaciones conocidas hasta ahora?
- ¿En qué vehículos transportaron ese cargamento de armas?
- ¿Cuánto tiempo estuvieron en el fuerte?
- ¿En qué tiempo se produjo la movilización tras ser difundido el video por los tomistas?
- ¿Cómo es que los que incursionaron pudieron hacer un video con toda la tranquilidad del mundo?
- ¿Por qué Diosdado Cabello fue el primero en informar lo que ocurría y no el ministro de la Defensa?
- ¿Tiene más control Cabello que el ministro sobre lo que ocurre en la Fuerza Armada?
Aparte de esas preguntas, el general Ochoa Antich dice que si eso es así, el Presidente ha debido despedir al ministro de la Defensa y este ha debido saber quién fue el que se comunicó con Cabello antes que con el Ministerio y la Presidencia de la República.
Se ha venido hablado de dos muertos, pero no ha dado a conocer sus identidades.
En cuanto a muertes se sabe de una persona que murió cuando acudió a las inmediaciones del lugar y hubo represión.
No se sabe cómo desaparecieron los camiones que supuestamente transportaban las armas.
No fue esa acción un alzamiento militar.
Lo que sí se sabe es que quien dirigió la operación hizo un llamamiento público a unidades de la Fuerza Armada, lo que hace notar que no había contacto previo con otras instituciones armadas.
Tampoco existen elementos para decir que esa operación estaba apoyada Miami y Colombia.
Lo que si ha quedado demostrado es que el oficial retirado, a quien han identificado como el capitán Juan Caguaripano, demostró tener habilidad, valor, conocimiento y capacidad militar.
De igual forma se ha puesto de manifiesto que los servicios de inteligencia y las propias unidades acuarteladas no tenían suficientes medidas de seguridad.
No puede vincularse ese hecho con la oposición, porque ésta ha reiterado constantemente que no responde con violencia, ni participa en intentonas golpistas.
Lo que ha ocurrido en Naguanagua es la presencia de un Rambo. Ahora el Gobierno tiene que aceptar que su política está llegando al extremo de que cosas como la del domingo puedan ocurrir.
Pero, eso no puede ocurrir en una sociedad democrática, donde se respeta la Constitución, se aplican las leyes y se superan las crisis sin represión. Y no se hace una Constituyente sin cumplir con las normas existentes para convocarla.