Obligaron a firmar a los empleados públicos -como si fueran “ganado” sin errar-.la planilla 1/10, presentar y meter en una máquina electrónica el Carnet de la Patria con un QR tramposo –que dejó muy mal parado al gobernante Maduro al no reconocerle como “existente”- y a pesar de la poca afluencia de votantes, gravada por la prensa y medios nacionales y extranjeros, se vanaglorían de haber sacado 8 millones y pico de votos.
Cuando el casi 90% de venezolanos, según todas las encuestas, opinan que hay que salir de este desgobierno “destructor” de la República por “violador” de más de 60 artículos constitucionales en los 18 últimos años, hasta el punto de que en toda Venezuela y en el resto del mundo desde mucho antes, la gente está que vomita y le da asco el escándalo de la estafa del socialismo del siglo XXI, al dictador Maduro no se le ocurre otra cosa que montar un simulacro de elecciones para no solo mantenerse en el poder sino para seguir manteniendo a la camarilla de fracasados que le rodean y que, cuando da la espalda, se ríen y callan la boca de su cada vez mayor extensión corporal y de su cada vez menor inteligencia.
Los venezolanos estamos ante una de las más grandes farsas de la historia latinoamericana, innoble y falsa, que hizo de Simón Bolívar un pedestal para escalar posiciones de poder y, de esa manera, encubrir sus verdaderos propósitos –manifestados el día de San Antonio de 1990, casi dos años antes del golpe de estado de 1992- manifestados en el periódico de los Andes venezolanos por el finado, su hermano y un grupo de militares y profesores de la Universidad de los Andes. Sus verdaderos propósitos no eran otros que aprovecharse de Venezuela, envilecerla mediante pago de comisiones, venta de nuestro territorio a compañías transnacionales, liberar rutas del narcotráfico y enmascarar la debacle del país en un discurso antiimperialista falso y no sólo ello, también, destruir la producción Agricola, Pecuaria, Industrial, Comercial, Petrolera, Minera, etc…con sus consecuencias que todos los ciudadanos del país lo sufren.Lo detestable, lo extremadamente hipócrita y lo más cínico es usar,pomposa y mentirosa, usar a Simón Bolívar para todo ese desastre.Personalmente fui educado en “LIBERTAD” en la denominada, por esos Traidores a la Patria “cuarta república”. En ella, nunca, gracias a Dios, la Fuerza Armada, los cuerpos policiales, el poder presidencial y su entorno se había aliado con ninguna red criminal ni dejado instituciones venezolanas en manos de cubanos castristas que, dominan y controlan la actuación del gobierno, a la vez que lo vulnera en el centro y corazón de su funcionamiento institucional, convirtiéndolo en un esclavo de fidelidad indudable violatoria de intereses transnacionales, que casi todo el mundo adversa, por fracasados en todo el siglo XX y lo que llevamos del siglo XXI.
Lo cierto es que hoy no podemos confundir esta elección amañada de antemano con una escogencia libre y sincera. Fracasaron al votar NO la reforma constitucional. Fracasaron con los “motores”. Impiden que se expresen los ciudadanos con libertad al eliminar inconstitucionalmente las elecciones de diciembre 2016 y sembraron el hambre, la miseria, la muerte por falta de medicinas, el asesinato en serie que las policías y GN con los “colectivos armados” llevan a cabo cada noche, y metódicamente cada día, con las torturas y privaciones que contradicen los principios fundamentales de los derechos humanos y de esa esperanza incesante que es la libertad.
Sres. Maduro, ministros, gobernadores y alcaldes, miembros del TSJ, Contraloría…
nostálgicos –dicen ser- del comunismo o del socialismo del siglo XXI, de Fidel y Raúl Castro: ¿por qué tratan a los ciudadanos venezolanos como lo están haciendo? ¡Denme una sola razón de peso! ¿Los trató la democracia venezolana así a Uds? La violación de los Derechos Humanos no prescriben.