La oposición se debate entre abstenerse o participar en las elecciones regionales. Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia, Avanzada Progresista y Movimiento Progresista estarían dispuestos a medirse en el evento electoral.
Alianza Bravo Pueblo ha dicho que no y Voluntad Popular no se ha pronunciado. María Corina Machado, líder de Vente Venezuela, sostiene que “es inconcebible hacer elección alguna con un CNE que avaló disolución de la República”.
El politólogo Ricardo Ríos, director de la consultora Poder y Estrategia, sostiene que a propósito de la ANC la oposición le planteó al país un escenario de todo o nada, que el 30 de julio se acabaría la República. La elección se materializó y la gente se desmoralizó porque el resultado fue más un nada que un todo. Recuerda que no puede olvidarse la etapa del referendo aprobatorio, que muy probablemente el gobierno pierda.
En segundo lugar expone que al iniciarse las protestas de calle estas fueron masivas, sin embargo, al evolucionar, se crearon focos violentos, en consecuencia, se perdió la manifestación masiva y el impacto.
-No es lo mismo cuatro manifestaciones simultáneas con 500 mil personas cada una, como llegamos a medir, que 500 manifestaciones con 40 o 50 personas. Estudios de opinión de la consultora demuestran que 90 % de las personas no están de acuerdo con la tala de árboles, por ejemplo.
Ríos también concluye que el ‘trancazo’ como estrategia se agotó. Tales acciones resultan en una pelea opositor versus opositor.
“Si no tienes la fuerza necesaria para enfrentarte a la Fuerza Armada Nacional, indudablemente hay que replantear la estrategia de lucha”.
A juicio del especialista el Gobierno y el CNE se comportaron como unos genios del mal por tanto que fueron muy cuidadosos al medir el tiempo de inscripción de los candidatos a las regionales.
El Gobierno sabía que inmediatamente después de las elecciones a la ANC se elevaría el rechazo hacia el CNE. Al saber que la credibilidad hacia el sistema electoral estaría en el suelo era indudable que la inscripción de los candidatos a las regionales por parte de la oposición pondría en duda el liderazgo de estos actores al tiempo que frustraría a la ciudadanía.
¿Qué estrategia queda para desplazar al Gobierno?
El politólogo apunta un dato interesante. En los últimos tres meses la proporción de personas que se consideran opositoras ha subido significativamente, ha disminuido el rango de ninguno y casi 60 % se autodefine opositor versus 18 % que se define chavista.
Lo que ocurre es que 58 % de ese 60 % no está satisfecho con el liderazgo opositor.
Agotada la estrategia de las marchas masivas (lo que se ha evidenciado en las últimas manifestaciones, con muy poca asistencia) y los trancazos, la estrategia que queda para desplazar a Maduro es la electoral.
Si bien, Ríos no puede afirmar que los resultados de la ANC son fraudulentos de forma taxativa, asegura que existe una serie de elementos distintivos que genera dudas sobre el resultado dado por el CNE.
-No hubo observadores internacionales, no hubo tinta indeleble, no hubo testigos de mesa de la oposición, se podía votar en cualquier centro del mismo municipio, hubo centros alternos, no se permitieron periodistas, entre otros. Aunado a esto, aparece el escándalo de Smarmatic.
¿Este CNE es más ético o menos ético que el de 2015?, se pregunta el entrevistado.
Reflexiona que es el mismo. La diferencia es que en 2015 la oposición con su maquinaria se montó en la supervisión de todo el proceso. El descrédito se desmonta con supervisión, sobre todo cuando eres mayoría electoral.
La pelea es peleando, dice el consultor. Varios precedentes muestran que la oposición le ha ganado al Gobierno por la vía electoral. Pueden plantearse distintas estrategias pero la autoexclusión no es precisamente la más acertada.
Cualquiera puede decir que la oposición se autoexcluyó de la elección a la ANC, pero había razones justas para hacerlo porque fue un proceso ilegítimo e ilegal con unas bases comiciales completamente cuestionables en donde la proporcionalidad territorial fue irregular.
“Ahora, en las regionales, una elección constitucional, con las bases comiciales estándar, evaluar la participación es necesario. Lo mejor que puede hacer la oposición es participar en el escenario electoral porque tiene precedentes de haber ganado. En los otros métodos de lucha no le ha ido bien”.
En la medida en que la oposición se autoexcluya al gobierno se le hará más fácil ganar las gobernaciones.
Todos sabemos cuál es la carta bajo la manga del Gobierno, ya lo hemos visto, sostiene.
-Tenemos al menos 7 gobernadores nombrados desde Caracas sin ningún tipo de elección, lo mismo está ocurriendo con los alcaldes. Destituyen al funcionario legal y democráticamente electo para imponer al actor del Gobierno. Pero, ¿podrá destituir a 20 gobernadores? Eso representaría un costo político muy alto, lo más probable es que se produzcan algunas inhabilitaciones y negociaciones en este ámbito.