Antonio Sayegh Debssiee, de 55 años de edad, dueño de la venta de pollo al mayor y detal ubicada en la calle 40 con carrera 22 del centro oeste de la ciudad, llamada El Rey del Pollo, fue asesinado el pasado 23 de mayo.
En el momento fue detenido por las mismas personas el delincuente que lo asesinó. Pero el caso no quedó allí, los funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc Lara, continuaron con sus pesquisas y lograron esclarecerlo por completo y darle respuesta a su familia.
El día del hecho, el señor quien era conocido por todos como Tony, a diario tenía una rutina y era cercana en las afueras de uno de sus establecimientos, allí conversaba con amigos, clientes, era muy conocido, pues por la zona tenía más de 20 años.
Era un día martes y el comerciante árabe ocupaba una silla azul de plástico. En horas de mediodía aparecieron dos hombres, uno de ellos era Ramón Enrique Guanay Rodríguez (22), quien con arma en mano le pidió su teléfono celular, el señor quien se metió la mano en el bolsillo para darle el aparato, hizo un movimiento que alertó al hampón quien disparó en contra de Tony. La víctima se paró e intentó refugiarse en su negocio, pero en tres ocasiones disparó este sujeto, haciendo caer al comerciante herido.
Todos los trabajadores, así como los dueños de otros locales salieron y vieron a los dos sujetos, otro estaba en una moto negra y esperaba a Guanay Rodríguez, pero ante lo sucedido se dio a la fuga.
El que no pudo escapar fue agarrado por los presentes quienes lo golpearon, paralelamente al comerciante lo trasladaban a una clínica cercana que está a dos cuadras, pero ingresó sin signos vitales.
El criminal fue entregado a los funcionarios del cuerpo detectivesco, específicamente de la zona Sur. En el lugar de los hechos las personas indicaban que se trataba de tres personas, aseguraban que un vehículo andaba con ellos.
Efectivamente los investigadores hicieron lo suyo y determinaron que Guanay Rodríguez, además de estar acompañado con un sujeto de una moto negra, también tenían por “compinche” a otro que se desplazaba en un vehículo marca Ford Zephyr gris.
Tras las indagaciones lograron dar con la identidad del motorizado y la persona del vehículo, cuya función sería “rescatar” a Guanay Rodríguez, luego de que cometiera el robo, pero la operación fue frustrada y al ellos ver que su compañero fue descubierto escaparon, así lo informaron allegados a la investigación.
Guanay Rodríguez fue imputado por el homicidio del comerciante árabe y privado de su libertad. Este sujeto no era la primera vez que actuaba en un robo, pues en agosto del 2014, en compañía de otro hampón despojaron del celular y un anillo a un supuesto funcionario en la carrera 13 con calle 50 y la víctima a su vez les disparó. Otro de los delincuentes que andaba con Guanay Rodríguez, sacó un arma y enfrentó al efectivo al que habían robado, pero su “compinche” se atravesó y lo hirió en el pecho y fémur, luego de eso los presentes intentaron lincharlo.
En ese entonces funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) lo detuvieron, desde ese entonces Guanay Rodríguez cojeaba y obtuvo su libertad a través de un beneficio, pero siguió delinquiendo.
Detenido y prófugo
Con una orden de aprehensión con fecha del 1ero de julio del presente año, los funcionarios del Eje de Homicidios, lograron detener a Jesús Enrique Alvarado Pulgar (22), en la calle 34 con carrera 24. En el momento de su aprehensión se trasladaba en una moto Bera socialista negra, la misma que fue utilizada el día del crimen y en la que se trasladó junto a Guanay Rodríguez.
Así mismo se libró la orden de aprehensión contra un tercer sujeto, el dueño del carro gris, quien está totalmente identificado, pero hasta ahora se encuentra fuera de la región, según las informaciones que manejan los sabuesos.
Cabe destacar que Alvarado Pulgar, es residente del sector La Estrella de Macias Mújica, y comenzó a operar con Guanay Rodríguez, quien vivía en Las Sábilas, tras conocerse a través de un peligroso hampón apodado El Pitillo, muy conocido en Las Sábilas. Ahora los dos se encuentran tras las rejas.