Ante las declaraciones del director temporal de la AMTT, Carlos Vásquez (designado por la alcaldesa impuesta), de disminuir el costo del pasaje urbano a 180 bolívares, los transportistas ratificaron su opinión de mantenerlo en 300 bolívares los días de semana, y 400 en las noches y fines de semana.
El representante del sector automotor en Lara, Giovanni Peraza, indicó que el ajuste que ellos exigen de 300 bolívares, ni siquiera les alcanza para mantener sus unidades, pero fue lo que eligieron a nivel de su federación. Para él, los únicos transportistas que se pueden dar el lujo de cobrar un pasaje irrisorio son las unidades de Transbarca, al contar con dinero por parte del Gobierno nacional.
“A nosotros no nos subsidia nadie y no nos compensa nadie el pasaje. Si ellos vienen con la actitud de equiparnos con cauchos, baterías, repuestos, unidades nuevas, arreglos de las calles y control de la inseguridad; sí se podría hablar de disminuir la tarifa. Pero para las condiciones actuales es imposible costear el alto precio de los repuestos”, expresó Peraza.
Igualmente, puso como ejemplo que un solo caucho que antes costaba unos 30.000 bolívares, ahora se ubican en más de dos millones de bolívares y el litro de aceite les cuesta aproximadamente 15.000 bolívares.
Así mismo destacó algunos rumores acerca de que los transportistas que no cumplan con la disminución del pasaje y vayan a paro podrían ir presos.
Por ello, invitó a la alcaldesa impuesta, Teresa Linárez, que en vez de ocuparse a mandar presos a los trabajadores del transporte, se encargue de encarcelar a todos los delincuentes que azotan día a día a la ciudadanía y los conductores piratas que cobran el precio que les dé la gana.
Según el estudio técnico del gremio, el pasaje urbano debería costar entre 2.500 y 3.000 bolívares, aunque ellos están conscientes que no es un monto posible para los usuarios; razón por la que pide que se cumpla con la entrega de insumos e igualmente con el pago del subsidio estudiantil y de adultos mayores, a manera de lograr subsistir como servicio.
Peraza invitó a las nuevas autoridades a dialogar con el gremio y discutir todas estas situaciones en el transporte.
“Todo el país se está quedando sin transporte colectivo. No tiene que ver con política, porque esos precios le caen a los rojitos, azules y blancos. No nos ubiquen políticamente porque de nuestro servicio viven más de 10.000 trabajadores y la ciudadanía depende de nosotros para movilizarse”.