La Asamblea Constituyente del presidente Nicolás Maduro, un suprapoder que regirá a Venezuela por tiempo indefinido, será instalada en breve, sin ser reconocida por la oposición y una decena de gobiernos, incluido Estados Unidos, que la consideran una amenaza a la democracia.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llamó a sus seguidores a marchar el jueves en Caracas, y no el miércoles como tenía previsto, estimando que el gobierno pretende instalarla ese día, aunque no lo ha anunciado oficialmente.
La instalación se hará en medio de fuertes tensiones con Estados Unidos y la condena internacional que desató el encarcelamiento el martes de los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, alcalde de Caracas, quienes guardaban arresto domiciliario.
El presidente estadounidense, Donald Trump, quien responsabilizó a Maduro de la salud y seguridad de ambos dirigentes, fustigó la noche del martes las acciones de lo que llama «dictadura» venezolana.
«Yo lo dije: llueva, truene o relampaguee, la Constituyente va. En las próximas horas empezará a ejercer su poder absoluto, plenipotenciario», dijo Maduro, a quien Washington impuso el lunes sanciones financieras y jurídicas por llevar adelante esa iniciativa.
Elegida el pasado domingo en medio de manifestaciones violentas que dejaron una decena de muertos, la Constituyente sesionará en el Salón Elíptico del Palacio Legislativo, en cuyo hemiciclo debate el Parlamento, de mayoría opositora, lo que hace temer enfrentamientos.
Desde que la oposición tomó el control del Congreso en enero de 2016, simpatizantes del gobierno irrumpieron con violencia dos veces; en la última de ellas hirieron a siete diputados opositores y mantuvieron el edificio bajo asedio durante varias horas.
«Es un Parlamento que va a seguir sesionando (…) Este es el sitio donde nos colocó el pueblo y nosotros vamos a seguir trabajando normalmente», aseguró el jefe legislativo Julio Borges.
Rechazada por un 72% de los venezolanos, según la encuestadora Datanálisis, la Constituyente fue votada por ocho millones de electores (42,5% del padrón) según cifras oficiales, lo que la oposición denunció como un «fraude histórico» y la considera «ilegítima».
¿Cacería de brujas?
Venezuela, que sufre una severa crisis económica, entró en una nueva etapa del conflicto político con la elección de los 545 constituyentes que reformarán la Carta Magna de 1999 impulsada por el presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.
Maduro sostiene que la Constituyente promoverá la paz y el diálogo en este país convulsionado por protestas opositoras que dejan más de 120 muertos desde que iniciaron hace cuatro meses.
Pero la oposición, que rechazó participar en la elección, no la reconoce y asegura que fue propuesta por Maduro para perpetuarse en el poder, instaurar un modelo comunista y neutralizar a sus críticos y adversarios.
Líderes del oficialismo, como el poderoso Diosdado Cabello -quien podría ser presidente de la Asamblea Constituyente-, han anunciado la posible disolución del Parlamento y la reforma a la Fiscalía.
«Ya es pasado», dijo el dirigente oficialista Jorge Rodríguez sobre la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, una chavista que se convirtió en la mayor crítica del gobierno de Maduro y cuya destitución podría ser una de las primeras medidas.
Ortega, quien asegura que Maduro tiene «ambición dictatorial», dijo desconocer la Constituyente y que está segura que irán por su «cabeza».
En entrevista con la AFP, la excanciller Delcy Rodríguez, ahora constituyente, descartó una cacería de brujas.
«Débil, primitivo y peligroso»
Maduro asegura que la Constituyente reforzará además el poder comunal para profundizar el socialismo y tomará medidas que acaben con la dependencia del petróleo, fuente del 96% de los ingresos del país.
Además, elevará a rango constitucional las misiones sociales, el control de precios para bajar la inflación y la distribución de alimentos subsidiados a fin de paliar la escasez
Pero la oposición sostiene que Maduro, con rechazo del 80% según Datanálisis, buscará postergar las elecciones.
La próxima semana vence el plazo para la inscripción de candidatos a los comicios regionales de diciembre, pero todo depende de las decisiones de la Constituyente.
«Veremos ahora si los radicales de ambos lados son tan fuertes como dicen (…). veremos un país mucho más débil, primitivo y peligroso, que terminará haciendo después lo que antes hubiera evitado mucho dolor: negociar, pero en peores condiciones», aseguró el analista Luis Vicente León.
Maduro convocó a la Constituyente sin consulta previa a los venezolanos, como sí ocurrió en 1999, pero ante las fuertes críticas propuso un referendo para aprobar la nueva Carta Magna.
No se sabe, no obstante, cuándo será. Por lo pronto, prometió Cabello, volverán al Palacio Legislativo los retratos de Chávez que sacó la oposición cuando tomó el control del Parlamento en enero de 2016.