«El éxito no es un accidente, es trabajo duro, perseverancia, aprendizaje, estudio, sacrificio y lo más importante de todo, amor por lo que estás haciendo o aprendiendo a hacer”. Pelé.
El éxito de una actividad depende sobretodo del mismo emprendedor, de su motivación y de sus capacidades. No existen por lo tanto en absoluto reglas que permitan el éxito, o al contrario el fracaso de una empresa. Sin embargo, existen parámetros que permiten formular una evaluación general sobre los puntos de fuerza o de debilidad de una empresa.
Un posible factor de éxito es seguramente la elección de llevar adelante la empresa en un sector de expansión; comenzar una actividad en un sector que disfruta de buena salud, significa poder contar con un mercado favorable y asegurarse, inclusive en los años sucesivos, un elevado número de clientes potenciales.
Otro punto de fuerza a tener en consideración es la relación entre los costos fijos y los costos variables. Los costos variables son aquellos que aumentan con el aumento de la facturación, mientras los costos fijos son independientes de la facturación y deben ser cubiertos aunque el negocio vaya mal. Por lo tanto, la neta preponderancia de los costos variables, tiene como consecuencia, menores riesgos para el endeudamiento que el emprendedor debe lograr para hacer vivir su empresa.
Otro elemento que no se debe subestimar es la inversión inicial que se requerirá para llevar adelante la empresa. En este sentido se debe estar atento a las limitaciones que tendrán muchos nuevos emprendedores para obtener financiamiento de los Bancos o entes gubernamentales, sobretodo porque no cuentan con avales para los mismos. Por lo tanto, iniciar una actividad que se pueda llevar adelante con poca inversión y sucesivamente ampliarla, es una elección que en algunos casos puede ayudar muchísimo y que le permite al emprendedor no exponerse a un financiamiento, hasta que no existan señales positivas sobre el éxito de la empresa. Sobretodo hablo de actividades con una fuerte dosis de capital humano, es decir basados fuertemente sobre las competencias y la sensibilidad de las personas que las llevan adelante o realizada sobre propiedades del emprendedor, etc.
Finalmente, un factor que no se debe olvidar para aumentar las posibilidades de éxito, es la ubicación. En este sentido existen factores que deben ser tomados en cuenta, dependiendo claro está del tipo de negocio como: lugar de fácil acceso, de estacionamiento, que goce de una actividad económica pujante, bajos costos de alquiler, accesibilidad a vías de comunicación, acceso al transporte público,fácil y confiable acceso a internet, conexiones eléctricas y facilidades de ubicación en todos los sentidos por parte del gobierno nacional y de los gobiernos estatales y locales, etc.
Definitivamente, la decisión de solicitar para ser hospedados, por lo menos en el primer o los tres primeros años en una incubadora de empresas, puede ser algo muy interesante, porque a la ventaja de reducir costos de inicio, se une a aquello de poderse concentrar, en la actividad del propio negocio, sin tener que preocuparse, de un local, infraestructura, etc. Además las incubadoras ofrecen servicios de consultoría y de tutoría, muy útiles en esa etapa.
Italo Olivo
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