El ambiente de incertidumbre previo a la elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), lo cual generó la pasada semana el alza en la tasa del dólar paralelo, entre otros efectos económicos, se convirtió en una zozobra mayor.
La posibilidad de que se mantuviese la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) de 1999, que sostenía un marco de relaciones entre actores económico públicos y privados, Gobierno nacional y demás países del mundo, pudiese perderse en los próximos días y aumentar la inestabilidad.
Tal análisis lo realizó el economista y docente de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Ronald Balza Guanipa, al consultarse si los resultados de la ANC podrían generar efectos adversos en el comportamiento de marcadores y elementos económicos venezolanos en lo sucesivo, como se ha especulado seguirá ocurriendo con el dólar negro.
Señaló que la ANC coloca al país en una peor situación, de mayor duda y poca esperanza, las que quizás mantuvieron algunos venezolanos al pensar que las votaciones serían suspendidas.
Lamentablemente los resultados expuestos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), impulsan aún más el alza de la tasa paralela. Pero esto es así porque no existe un mercado oficial de divisas que atienda la demanda. El sistema de Divisas Complementarias (Dicom) no resuelve la problemática y se desarrolla por la vía de la contingencia.
“Es un mercado cada vez más pequeño y distorsionado, alejado de las cifras económicas. También es muy fácil de manipular por quienes tienen el control sobre este para sacarle ventaja”, comentó Balza sobre el Dicom, que indicó es un “problema para Venezuela”, junto con el sistema de Divisas Protegidas (Dipro), mecanismo que sigue entregando dólares a Bs. 10, cuyo destino se desconoce, ya que las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) se comercian por más de Bs. 10.000.
Advirtió que la tasa del paralelo seguirá subiendo.
Aunque es difícil hacer estimaciones al respecto para los próximos días, indicó que su aumento será una realidad.
“Es difícil hacer estimaciones porque no hay cifras disponibles ni se conoce a qué mecanismo de oferta y demanda responde la economía… Se desconoce por qué la caída del petróleo tiene el impacto que tiene. Falta la pieza de la información… Quienes no tienen acceso a las cifras, sólo puede presenciar lo que ocurre”, explicó.
Visión externa
Para Balza, la incertidumbre de las pasadas semanas era justificada por ser la ANC una convocatoria que despertó la inconformidad del pueblo y de poderes públicos como la Asamblea Nacional y el Ministerio Público, además de rectores del CNE y exdenfensores del pueblo. Su llamado compuso múltiples dudas, las cuales en diversos sectores pudiesen transformarse ahora en temor.
El marco referencial que brindaba la CRBV, para negociones con extranjeros, petición de préstamos y ayudas, alianzas de privados con Gobiernos y otros, se diluyó. Se desconoce cuáles serán las nuevas leyes, con las que probablemente se insista en el modelo económico de los últimos años.
Dicho contexto genera múltiples problemas. En especial de reconocimiento de otros países hacia Venezuela. También produce dificultades en las relaciones de empresas extranjeras y nacionales en el país.
Esto provoca más escasez, inflación y alza del dólar paralelo, ante la incertidumbre jurídica a la cual estaría sometida la economía en las próximas semanas.
Es de recordar que diez países han afirmado que no reconocerán los resultados de la ANC, mientras China y Rusia, aliados del Gobierno nacional en los últimos años, no se han pronunciado al respecto, lo que abre espacios para hacer negociaciones “desventajosas para Venezuela”, país que registra severos problemas de desabastecimiento de alimentos y medicinas.
La ANC pone al país en una situación aún más negativa.
A un costo mayor
La celebración de la ANC, también ocurre en un contexto en el que Venezuela es expulsada del Mercado Común del Sur (Mercosur), situación que en opinión de Balza Guanipa, pone al país fuera de un grupo de naciones con relaciones económicas, basadas en beneficios arancelarios.
En este sentido Venezuela adquierará alimentos y medicinas en dicho mercado a precios mayores, en medio de una situación económica de limitados recursos.
-Se producirá el típico aislamiento de un mercado donde Venezuela tenía socios y proveedores. Perderemos el acceso a estas relaciones y pasaremos a competir con los mismos miembros del Mercosur, una conformación donde ya el país tenía desventajas por las condiciones de nuestro sistema de importaciones y exportaciones, además de las dificultades económicas.
Venezuela también tiene que hacer pago de deuda externa, lo que hará que las importaciones de productos básicos sean cada vez más reducidas.