La nueva alcaldesa de Iribarren, Teresa Linárez, una vez designada por la bancada oficialista de ediles, anunció que “de inmediato” procedería a limpiar de escombros calles y avenidas de Barquisimeto.
Sin embargo, este lunes la situación en muchas arterias viales de la ciudad era similar a la del fin de semana ante la falta de operativos de recolección de ramas de árboles, sacos con arena o con basura colocadas en las barricadas instaladas por La Resistencia, como medio de protección ante las ofensivas de la Guardia Nacional, policías, nacional y estadal, y de los colectivos armados.
En Cabudare, obstáculos en accesos a El Palmar, La Mendera, Tabure y Agua Viva, por la Ribereña, provocaban serio congestionamiento automotor en el centro de la ciudad.
Aunque la intercomunal estaba despejada durante la mañana y la mayor parte de la tarde, el paso por Valle Hondo, El Recreo, El Trigal y otras urbanizaciones del sureste de Cabudare estuvo parcial o totalmente restringuido.
En Barquisimeto, la avenida Lara estuvo parcialmente cerrada en sentido este-oeste, hasta Los Leones, pero después del mediodía un grupo de jóvenes la cerró totalmente, e igual situación existía en las inmediaciones del Conservatorio de Música.
En la zona comprendida entre las avenidas Venezuela, Libertador, Vargas y Rómulo Gallegos, el tránsito automotor era un caos por las numerosas barricadas.
“Esta es nuestra única protección contra los verdes y los colectivos motorizados y armados”, manifestó un joven con el rostro cubierto con una capucha.
Explicó que los escombros había sido retirados varias veces “por la gente de Imaubar, pero los volvemos a poner porque son nuestra protección”.
Hasta la pasada semana, Imaubar tenía destinadas varias cuadrillas dedicadas exclusivamente a retirar escombros de las vías, aunque se desconocía si se mantendrían luego de lo ocurrido con el alcalde Alfredo Ramos y la toma de posesión de la nueva alcaldesa, de quien se esperaba hiciera contacto con Corpolara para que adelante ese trabajo.